Sobre el Gobierno: "La precipitación ha sido uno de sus fallos de comunicación"
Sobre el PP: "Ejerce la oposición de una manera inflexible"
Sobre los medios: "La gran politización existente hace mella en la valoración que la ciudadanía tiene de ellos y de los periodistas"
Juan Diego Sánchez. El mes de agosto me ha regalado una entrevista con mucha enjundia que quiero compartir con vosotros. Hoy, 'interrogo' a un asesor de comunicación con una perspectiva muy enganchada a la avalancha de novedades que el desarrollo tecnológico ofrece a la comunicación pública, social y política. Conocemos las reflexiones de Antoni Gutiérrez-Rubí sobre asuntos de enorme actualidad e importancia como las oportunidades comunicativas que nos ofrece la Red, los problemas de comunicación del Gobierno de Zapatero, las deficiencias de la labor de oposición del Partido Popular o la desafección ciudadana hacia la política. También hablamos de la Comunicación Política Cívica, expresión que empleo en el blog para definir la nueva forma de comunicar que necesitan los políticos, pero también los ciudadanos y la democracia. Antoni es asesor de comunicación, profesor de másteres y cursos de comunicación política, escritor, conferenciante... bueno... la verdad es que su currículum es demasiado largo como para detallarlo aquí. Conclusión: visita su web y lee esta entrevista.
Juan Diego: ¿Vive nuestro país en una campaña electoral permanente?
JD.: ¿Está contaminado el discurso político por los principios del lenguaje publicitario (espectacularidad, fugacidad y vacuidad)?
JD.: ¿Hablan los políticos de los temas que realmente preocupan a los ciudadanos?
Además, los temas que preocupan a la ciudadanía suelen ser siempre los mismos durante un período de tiempo (desempleo, problemas económicos, la clase política (en tercer lugar, según la última encuesta del CIS, inmigración…). No pueden hablar siempre de lo mismo.
JD.: ¿Echa de menos más sentimiento o emoción en los discursos de los políticos españoles?
La oratoria de nuestros políticos no consigue normalmente llegar a nuestras emociones. Las palabras clave generan imágenes, consolidan marcos conceptuales previos y son la antesala de las emociones. Las emociones son la comprensión. Emocionarse y emocionar. Ésta es la clave. Emocionarse por el cambio social, por las nuevas ideas y por los retos.
JD.: A veces, los ministros se contradicen entre sí y, en otras ocasiones, el Ejecutivo anuncia públicamente medidas que finalmente retira o cambia sustancialmente. ¿Arrastra el Gobierno de Zapatero un problema de comunicación?
Hacer política sin comunicación es el atajo más directo al desastre. Pero lo que es inexcusable, y un derecho ciudadano, es el rigor, la sobriedad y la ejecución eficiente de la información de la gestión pública.
La precipitación ha sido uno de los fallos de comunicación del gobierno Zapatero. Es la consecuencia lógica –y letal- de la falta de planificación. Se confunde celeridad con eficacia. Aceleración con rapidez. El resultado es que las acciones precipitadas, desconectadas y aisladas, inician procesos que no están maduros organizativamente. La precipitación desborda los recursos logísticos y técnicos por falta de capacidad de respuesta adecuada a la nueva demanda estimulada. Y el desencuentro entre el servicio público y la ciudadanía se lleva por delante la paciencia, primero; y la credibilidad, después.
JD.: ¿Y cómo lo está haciendo el Partido Popular?
Hay una sensación de que el Partido Popular, incluso con el “viento a favor” (deterioro de Zapatero, gravísima crisis económica, desgaste del poder…), no es capaz de aprovechar la situación para consolidar sus opciones y su liderazgo genera una sombra de duda sobre sus posibilidades y sus aptitudes.
A.: Cada vez más, los medios de comunicación son más medios y menos comunicación. La gran politización existente hace mella en la valoración que la ciudadanía tiene de los medios y de los periodistas, y ese es el gran peligro existente para ellos. La ideologización constante no es algo nuevo, pero sí es algo que cada vez se radicaliza más.
La finalidad de la propaganda no es tanto la de informar sino la de hacer un uso sistemático de símbolos y palabras con la intención de alterar y controlar las opiniones públicas. Esta oferta comunicativa sólo suministra a sus espectadores, oyentes o lectores lo que quieren escuchar, redoblando las dosis de adoctrinamiento que generan dependencia emocional, al tiempo que construye una comunidad de pensamiento uniforme y exalta los sentimientos. El objetivo de la comunicación es, entonces, exaltar esas emociones para radicalizarlas en forma de pasiones. Pero ese no debería ser el objetivo prioritario de la comunicación.
Sin embargo, no todos queremos participar en política, ni todos tenemos el mismo grado de implicación con una ideología determinada. La desafección política también hace daño a la ciudadanía que quiere dar a conocer sus mensajes.
En comunicación política también han llegado esos cambios. No se puede concebir una campaña electoral sin Internet, pero no hablamos de una página web, que ya se da por supuesta, sino de toda una estrategia de comunicación a través de la red, interactuando con los militantes, los simpatizantes y los potenciales votantes, y aprovechando la inmediatez y la infinidad de herramientas gratuitas existentes para organizarse, a través de la red, para realizar actividades presenciales.
Se trata de una comunicación que cada vez es menos un mensaje de un solo emisor (el político) sino que se convierte en un diálogo constante durante la campaña y durante todo el tiempo que dura la legislatura. Nos encontramos en una campaña permanente que tiene lugar online, con múltiples emisores y receptores de información, y donde para hacer política no es necesario pertenecer a ningún partido. La posibilidad de diálogo es lo que Internet permite a la comunicación política: Según una encuesta de 'Congressionnal Management Fondation', el “agrado” hacia un político aumenta cerca de un 20% después de hablar con él online.
JD.: Hace décadas se acuñó la expresión ‘Periodismo Cívico’, ¿podríamos hablar ahora de la necesidad de levantar los pilares de una ‘Comunicación Política Cívica’?
A.: Es necesaria esa comunicación política cívica, para restaurar la buena información y la participación de los ciudadanos en política. La desafección está haciendo mella en la población, que además no siente a los medios como informadores “imparciales”. Además, la sociedad actual no es como la de hace unas décadas. En la actualidad la gente no quiere ir a las sedes de los partidos ni quiere recibir argumentarios inamovibles y sin ningún diálogo. La vida móvil, la alergia orgánica de las fuerzas políticas a flexibilizar la vida del militante a formatos y prácticas digitales, asíncronas y más flexibles; así como el rigor formal de muchas reuniones, su previsibilidad y la constatación de que “todo el pescado ya está vendido” está alejando a propios y, más que nunca, a extraños. La sede se ha convertido en el símbolo de una política demasiado rígida y orgánica para una vida y una demanda más flexible y transversal. La gente se mueve a través de la red, y es a través de las redes como quieren encontrar a los partidos políticos y tener contacto con ellos. Se pasa de las sedes a las redes, y es un cambio importantísimo a la hora de entender la nueva política y la nueva sociedad.
Es muy interesante la entrevista, yo también creo en las posibilidades de las nuevas tecnologías para la política y los ciudadanos. Francisco.
ResponderEliminarGracias Francisco por seguirnos, la Red ofrece mil oportunidades pero hay que saber aprovecharlas.
ResponderEliminarGracias.
Juan Diego.
Gracias por esta enriquecedora entrevista. Muy interesante.
ResponderEliminarUn saludo
Gracias por leernos, Carlos. Todos hacéis el blog.
ResponderEliminarSaludos.
Juan Diego.