Encuesta tras encuesta, los ciudadanos colocan a los políticos en el rincón más oscuro de sus preferencias. Algunos diputados y concejales pensarán que el pueblo les tiene manía y que sus impías opiniones se sustentan en las vísceras de la irracionalidad, pero lo cierto es que la mayoría de los españoles están muy descontentos con su clase política.
Esta decepción generalizada tiene muchas causas y numerosas consecuencias. De la que os hablo es anecdótica, pero la quiero compartir con vosotros. Ya conocéis los temas que abordo en el blog y, por tanto, sois conscientes de que la política me interesa y me gusta, pero desde hace tiempo me avergüenza decirlo en determinados foros porque muchos me miran como a un bicho raro. Sí, me gusta leer sobre política y escribir sobre ella pero es tal el hartazgo de los ciudadanos con los políticos, que ven en la política el arte sucio de la manipulación y la crispación, por lo que, a veces, no somos bien vistos los que les dedicamos tiempo y esfuerzo.
Por favor, no caigamos en el derrotismo y en el "yo paso de todo", la política es necesaria y, en sí misma, no es perniciosa, los hay que la contagian con sus miserias y mal proceder pero esto no debe contaminar su esencia democrática.
Estos días, estoy ojeando un librito del profesor Ignacio Molina que recoge conceptos fundamentales de Ciencia Política, y me he encontrado con una definición de política que debe hacernos reflexionar sobre las bondades que encierra este noble ejercicio:
Política: "(...) actividad desarrollada (...) de forma interesada, con una justificación ideológica, y fijando el horizonte final en la consecución de unos determinados objetivos globalmente válidos para toda la colectividad". Es decir, los políticos no trabajan por altruismo pero esto es compatible con la búsqueda del interés general, y es que, todo lo que no sea mirar por el interés común no es política. Los que no respetan este principio, sencillamente, no son políticos, son otra cosa.
Esta decepción generalizada tiene muchas causas y numerosas consecuencias. De la que os hablo es anecdótica, pero la quiero compartir con vosotros. Ya conocéis los temas que abordo en el blog y, por tanto, sois conscientes de que la política me interesa y me gusta, pero desde hace tiempo me avergüenza decirlo en determinados foros porque muchos me miran como a un bicho raro. Sí, me gusta leer sobre política y escribir sobre ella pero es tal el hartazgo de los ciudadanos con los políticos, que ven en la política el arte sucio de la manipulación y la crispación, por lo que, a veces, no somos bien vistos los que les dedicamos tiempo y esfuerzo.
Por favor, no caigamos en el derrotismo y en el "yo paso de todo", la política es necesaria y, en sí misma, no es perniciosa, los hay que la contagian con sus miserias y mal proceder pero esto no debe contaminar su esencia democrática.
Estos días, estoy ojeando un librito del profesor Ignacio Molina que recoge conceptos fundamentales de Ciencia Política, y me he encontrado con una definición de política que debe hacernos reflexionar sobre las bondades que encierra este noble ejercicio:
Política: "(...) actividad desarrollada (...) de forma interesada, con una justificación ideológica, y fijando el horizonte final en la consecución de unos determinados objetivos globalmente válidos para toda la colectividad". Es decir, los políticos no trabajan por altruismo pero esto es compatible con la búsqueda del interés general, y es que, todo lo que no sea mirar por el interés común no es política. Los que no respetan este principio, sencillamente, no son políticos, son otra cosa.
Bueno, una cosa es que a la gente le interese más o menos la política y otra que desconfíe de los actuales políticos. A mi me gusta la política y leer sobre ella pero comprendo que la gente esté decepcionada cuando ve los casos de corrupción o simplemente las tonterías que se dirigen unos a otros cada cierto tiempo. Pero considero que no hay que generalizar. Yo creo que hay buenos políticos aunque sean menos visibles que los otros.
ResponderEliminarLas encuestas no dejan lugar a dudas: los políticos, en general, no lo están haciendo bien. Al menos, esto es achacable al star system de la política. La política, como herramienta, como medio y vínculo entre gobernantes y gobernados, es muy digna, otra cosa es el mal uso que de ella se hace por algunos.
ResponderEliminarGracias por hacer tuyo el blog.
Me encanta que participéis.
Juan Diego.