lunes, 22 de octubre de 2012

Entre el abismo y la salvación





La carrera sin tregua que lleva el PSOE hacia ninguna parte roza lo absurdo, es de tarjeta roja, de meter la pata hasta el fondo y esconder la cabeza bajo tierra. Las urnas gallegas y vascas han hablado y han hecho mucho daño. Es inconcebible que los socialistas no hayan sido capaces de armar un discurso alternativo al del Partido Popular desde la hecatombe de las elecciones generales de 2011. Ni los medios de comunicación, ni el PP, ni, por supuesto, los ciudadanos, son responsables de la falta de respuestas contundentes de los dirigentes socialistas a esta dantesca sangría de votos y credibilidad. Ante este panorama, ¿qué necesita el PSOE?
  
1. Un ejercicio de autocrítica real. Me encantaría meter una cámara indiscreta en los despachos de Ferraz para ver qué análisis hacen de esta situación. Y es que, entre lo que se dice ante los periodistas y lo que se piensa de verdad, en la inmensa mayoría de los casos, hay una diferencia oceánica. Sin autocrítica, no hay solución; con autocrítica sin consecuencias, tampoco. El PSOE ha de ejercer la autocrítica y tomar decisiones valientes de una vez por todas.

2. Hacer un diagnóstico de la situación económica e institucional del país y buscar soluciones a los problemas desde una perspectiva de izquierdas. Si no es capaz de articular un programa creíble, desaparece su razón de ser. 

3. En función de esas soluciones y de su enfoque socialdemócrata, construir un discurso que llegue al ciudadano. Los socialistas necesitan escribir un relato, la historia de lo que está pasando en España. Debe ser un argumento cercano, transparente, con gancho y creíble. 

Rubalcaba.
4. Ocupar un lugar estratégico en la sociedad. Los socialistas no deben estar de brazos cruzados, si no les gusta lo que les rodea, que se movilicen y alcen la voz. El PSOE está siendo sustituido por otros actores, está superado por la realidad, por un día a día que se presenta como una avalancha imparable de acontecimientos.

5. Buscar la voz que dote al PSOE  de credibilidad. Los socialistas deben hacer ya una purga en su élite dirigente. Rubalcaba, al igual que Zapatero o que Felipe González, ha acabado su etapa en el 'star system' del PSOE. ¿Cómo debe ser el nuevo líder socialista? Más joven que Rajoy (por pura estrategia electoral), que no esté quemado en los gobiernos de Zapatero, con experiencia en la administración, con cierto nivel de oratoria y buena imagen y, sobre todo, que tenga un discurso sincero basado en la Comunicación Política Cívica. Con un político gris, novato o quemado, el PSOE no va a ninguna parte.

Esto es fácil de escribir y difícil de culminar, pero dejar la supervivencia de uno mismo en manos de los demás es muy triste y arriesgado. Si el PSOE se mantiene impasible y se limita a cruzar los dedos para que a Rajoy le vaya mal y no logre sacarnos de la crisis, traicionará esos principios que lo han convertido en una institución centenaria cargada de historia 

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