martes, 16 de octubre de 2012

Entrevista con el consultor organizacional y TIC Gorka Labarga




 Gorka Labarga.
"Repetir el modelo de negocio de la prensa tradicional en la digital provoca el cierre" 


Juan Diego Sánchez. Gracias al boletín de noticias de La Fábrica de Discursos me topé hace unos días con un libro realmente interesante. El consultor organizacional y TIC Gorka Labarga ha escrito 'Ideas para la prensa digital', una obra muy actual y sugerente para todos los que se mueven en el mundo de Internet y de los medios de comunicación. En esta entrevista, Labarga nos ofrece algunas de sus reflexiones sobre el futuro de la prensa de papel y de la virtual. Por cierto, el libro os lo podéis bajar gratis. Lo recomiendo.


Juan Diego: ¿Tiene futuro la prensa digital? 
          
Gorka Labarga: Sí, pero la particular idiosincrasia de Internet hace difícil vaticinar cuál será el desarrollo de la prensa digital de aquí a unos años. Hacerlo es pura ucronía. No hay que olvidar que se trata de un soporte recién nacido si lo comparamos con los convencionales y físicos, como la prensa vegetal o la radio. Sin embargo, es indiscutible que los periódicos en papel y los canales tradicionales de transmisión de la información están quedando obsoletos y superados por las nuevas tecnologías.

Lo realmente apasionante de la comunicación en Internet es que no sabemos a dónde queremos llegar y que, cada día, estamos construyendo el sendero entre todos. No saber qué encontraremos al trazar la próxima curva se me antoja como algo muy sugestivo.

JD.: ¿Qué problemas acarrea plasmar el modelo de negocio de la prensa de papel en la virtual?

GL.: Sin duda, repetir el modelo de negocio de la prensa tradicional en la digital provoca el cierre o la inviabilidad económica y organizativa a medio o largo plazo del medio en cuestión.

No se trata de una situación excepcional, sino que se observa con demasiada frecuencia. Los propietarios, directores y editores de los diarios digitales provienen, en su mayoría, de los medios de comunicación tradicionales, sobre todo, de la prensa en papel y de la radio. Por lo general, su salto a Internet ha sido casi obligado por ceses, despidos, discusiones o enfrentamientos. Muchos de ellos se limitan a repetir el mismo modelo de negocio y de organización porque no han sabido extraer las conclusiones adecuadas que explican la situación del sector. Por algo dice el refranero que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra.

JD.: ¿Es coherente cobrar en la versión de papel lo que se da gratis en la digital?

GL.: No, por supuesto que no. Es un sinsentido. Desde hace años, la mayoría de los diarios digitales ofrecen el acceso a sus contenidos de una forma gratuita. ¿Por qué razón alguien que ha disfrutado de un diario digital sin abonar un euro aceptará pagar voluntariamente una suscripción por volver a entrar al mismo? ¿Por qué va a pagar un usuario por el acceso a un contenido si después el mismo puede ser distribuido gratuitamente a través de las redes sociales?

JD.: ¿Debe cobrarse por el acceso a las versiones digitales de los periódicos?

GL.: Al igual que en la anterior pregunta, la respuesta es, de nuevo, negativa. Rotundamente, no. Aquellos periódicos on-line cuyos consejos directivos decidan cobrar al usuario por acceder a sus contenidos tendrán, en mi opinión, un futuro poco halagüeño. El cambio cultural que ha producido Internet ya es un hecho. Oponerse a esto es ir en contra de los usuarios, es decir, de los clientes. Que se lo cuenten a News Corporation, que reimplantó el modelo de pago por acceso en sus publicaciones y ha perdido más de 1.500 millones de dólares en el último trimestre fiscal.

JD.: ¿Qué pueden hacer los periódicos de toda la vida para sobrevivir? ¿Están sentenciados a la pena de muerte?

GL.: Las grandes cabeceras a nivel nacional lo tienen muy complicado. La mayoría terminará por cerrar, superadas por la prensa digital e incapaces de adaptarse a las nuevas tecnologías. Es posible que los periódicos regionales en papel aguanten un poco más el tirón, ya que su periodo de transición de lo vegetal a lo estrictamente digital será algo más prolongado en lo temporal. Si esto se gestiona adecuadamente, el tránsito del actual modelo híbrido en papel e Internet a tan sólo este último soporte será menos doloroso para los inversores, las empresas y, especialmente, las plantillas.

¿Qué pueden hacer para sobrevivir? La respuesta es muy sencilla: adaptarse al nuevo modelo de negocio y al soporte digital. Cuestión aparte es que el tiempo de adaptación quizás ha expirado para algunos, debido, en gran medida, a la resistencia al cambio que aqueja a las personas y a las organizaciones.

JD.: ¿Tres criterios clave para hacer un buen periódico en Internet?

GL.: En primer lugar, los contenidos tienen que ser propios. Muchos diarios digitales abusan de las noticias de agencia y parecen calcos entre sí. El usuario no es tonto y termina por darse cuenta. Es la clásica dicotomía entre lo cuantitativo y lo cualitativo. Lógicamente, hay que apostar por lo que demanda el usuario, es decir, por la calidad y por la segmentación de los contenidos en base a sus preferencias.

El segundo criterio debe ser la priorización de la usabilidad y empatizar con el usuario. Ponernos en su lugar, no sólo en cuanto a qué contenidos desea encontrar sino también cómo quiere acceder a ellos. En este sentido, es imprescindible que un diario digital sea interactivo, multidireccional, se encuentre siempre en constante innovación y altamente orientado y centrado en el usuario.

Y, por último, la gestión organizativa ha de ser la adecuada. Si el periódico es on-line, su redacción debe ser virtual. Antes o después, la mayoría de los diarios digitales que han copiado el modelo de la prensa en papel tendrán dos opciones: adaptarse por completo al soporte o cerrar. Así de simple.

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