Declaración de la FAPE en el Día Mundial de la Libertad de Prensa
"Sin periodistas no hay periodismo. Sin periodismo no hay democracia"
La
crisis económica e institucional que vive España coloca a los periodistas ante
el reto de ejercer nuestra profesión con la máxima responsabilidad, como garantes que somos del derecho de los ciudadanos
a recibir la información independiente y veraz que
necesitan para ser libres y soberanos. Esta
responsabilidad nos obliga a contrastar los hechos, verificar las fuentes, huir
del amarillismo que convierte el periodismo en mercancía barata, y respetar la
presunción de inocencia, el derecho al honor, a la intimidad y a la propia
imagen.
En
nuestro compromiso de lealtad con los ciudadanos, los periodistas debemos resistir las presiones procedan de donde
procedan y suprimir la connivencia con los poderes, a la que
consideramos uno de los factores principales de nuestra pérdida de credibilidad
y prestigio. Pero
de poco serviría la responsabilidad del periodista si no viene acompañada del
respeto máximo a la libertad de expresión por parte de los representantes
públicos.
En
este sentido, constatamos la existencia de serias trabas por parte de
dichos representantes al ejercicio pleno de este derecho constitucional
como si la crisis avivara en ellos la necesidad de levantar barreras, en una
época en la que la gente aspira a no tener ninguna para acceder a la
información.
Estas
trabas, insistentemente denunciadas por la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE),
se concretan fundamentalmente en las ruedas
de prensa sin derecho a preguntas. Ante nuestras críticas, los
políticos han buscado el atajo del silencio para vetar el derecho a la palabra
y la pregunta y hurtar al ciudadano la respuesta a los graves problemas que
sufren.
También
hemos percibido el aumento de las presiones hacia los medios y
periodistas que, con independencia y rigor, investigan los abusos de poder,
especialmente los ligados a la corrupción.
Alertamos
de que el informe de la comisión de expertos que servirá de base al
anteproyecto de reforma de la Ley de
Enjuiciamiento Criminal, promovido por el ministro de Justicia,
Alberto Ruiz Gallardón,
presenta serios límites a los
derechos de información y a la libertad de expresión.
Ante
esta situación, y en la conmemoración
del Día Mundial de la Libertad de Prensa (3 de mayo), las
asociaciones de la FAPE,
DECLARAMOS
-Que la
libertad de expresión
es uno de los baluartes de la democracia al actuar como motor imprescindible
del fomento de la convivencia, el diálogo y el debate cívico.
-Que denunciaremos toda pretensión de
los poderes, sean cuales sean, de intentar controlar la información y ponerla
al servicio de su ideología o, también, de sus intereses.
-Que en nuestra decidida apuesta por
la autorregulación, nos
opondremos a cualquier proyecto del Gobierno que trate de imponer límites a los
derechos de información y a la libertad de expresión.
-Que la mejor contribución que los
periodistas pueden hacer al fortalecimiento de la libertad de expresión es
promoviendo los más altos estándares de calidad en su trabajo, difundiendo
información veraz y manteniendo una conducta intachable en el campo de la ética
y de la deontología de la información.
En
esta línea, consideramos fundamental la labor de la Fundación para la Comisión de
Arbitraje, Quejas y Deontología de la FAPE, reforzada en el último
año con la adhesión de más de 50 medios de comunicación. Alentamos al resto a
que tomen la misma decisión a fin de alcanzar el máximo grado de
autorregulación en el ejercicio del periodismo.
-Que reiteramos nuestro empeño en
exigir a los responsables públicos la rendición de cuentas sobre sus decisiones
y actividades en el ejercicio del poder. Su constante negativa a ofrecer explicaciones
es una afrenta a la libertad de expresión y, sobre todo, al derecho de
información de los ciudadanos, necesitados de saber, en esta etapa de durísima
crisis, por qué se toman y qué consecuencias tendrán sobre sus vidas las
medidas para afrontarla.
- Que la
defensa de la libertad de expresión incluye la defensa de unas condiciones
dignas de trabajo y de la igualdad salarial entre hombres y mujeres. El
reforzamiento de la campaña “gratisnotrabajo” contra los empresarios y editores
que quieren explotar a los periodistas con salarios humillantes, o sin
remuneración alguna, es uno de nuestros compromisos principales.
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