domingo, 16 de junio de 2013

Entrevista con Roy Campos, presidente de la consultora Mitofsky


"Con las encuestas, el gobernante está sujeto permanentemente al juicio ciudadano"

Roy Campos.
Juan D. Sánchez. Mi hijo me ha preguntado hoy por qué me "dan premios". La respuesta la encontramos en entrevistas como esta. "Hijo, hay gente muy amable en este mundo, que sabe mucho más que yo y que me conceden entrevistas". Conocemos las reflexiones de Roy Campos, presidente de Mitofsky, una de las consultoras de investigación de la opinión pública más importantes de México. 


Juan Diego: ¿Qué servicios presta Mitofsky?
Roy Campos: Si lo tratamos de concretar, ofrecemos el servicio de investigación, ya sea de mercados privados o de mercados públicos, investigación que genera información de apoyo a estrategias de mercado, de comunicación o de campaña.

JD.: ¿Qué aportan las encuestas a la democracia?

RC.: No es difícil verlo, los críticos las quieren ver como intentos de sustituir a la democracia y ni de cerca es su aporte, la encuesta permite a los actores políticos conocer a los ciudadanos y cerrar un círculo de comunicación; previo a las encuestas la democracia se limitaba al momento de la votación y a la comunicación unilateral del gobernante al gobernado, con las encuestas, el gobernante está sujeto permanentemente al juicio ciudadano, a conocer sus preocupaciones, sus inquietudes, etc., debemos verlas como la voz ciudadana, y como en toda democracia, no todos gritan lo mismo, siempre hay un grupo que se molesta de no ser mayoría, pero así es la democracia, nos muestra a las minorías que no debemos imponer nuestros criterios y muestra a las mayorías que deben respetar a sus conciudadanos aunque piensen diferente.

JD.: ¿Qué límites tienen los sondeos de opinión pública? ¿Lo pueden medir todo?

RC.: Se puede medir “casi” todo, pero tiene dos limitantes fuertes, no puede profundizar en los sentimientos, y no puede adivinar lo que los ciudadanos piensen, sientan o hagan en un futuro, por inmediato que este sea, porque las encuestas están influidas por estados de ánimo y eso no lo podemos adelantar nunca.

JD.: Tres errores clave de una mala encuesta electoral.

RC.: Pedir tres por un lado es obligar a pensar en las más importantes y, por otro, limitarlas, porque hay muchísimos más. Hay dos tipos, errores estadísticos (que son los únicos medibles) como malos marcos muestrales, mal cálculo del tamaño de muestra, mal diseño estadístico de selección; malos estimadores; etc., y los errores no estadísticos (y no medibles) como mala pregunta, mal diseño interno del cuestionario, sesgo del encuestador, día o hora inadecuada, informante inadecuado, método sin cobertura total (teléfono, Internet, etc.) y muchos más, pero es difícil pensar cuál es el más importante.

JD.: A veces, se hacen encuestas de intención de voto que coinciden en dar un mismo pronóstico, ¿cómo se explica que después el resultado real sea otro muy distinto?

RC.: Hay dos razones principales, la primera es el tiempo, una encuesta se levanta cuando aún no terminan los intentos de los candidatos de obtener votos, las campañas están en curso y los equipos de campaña siempre reservan sus mejores armas para el final, incluso para el día de la elección, eso jamás lo captarán las encuestas preelectorales y menos cuando la legislación les impide publicar días antes, lo que obliga a levantamientos lejanos a la fecha de la elección.

La siguiente razón, aún más poderosa, es que las encuestas miden la intención de votar del 100% de los ciudadanos, incluso de quienes llegado el momento no votarán pero eso no les hace dejar de tener preferencias, son dos poblaciones muy distintas, el ser votante por definición te hace más cercano a los partidos, a la política y a los candidatos, ese grupo que vota es sustancialmente distinto a los que no votan, aunque todos son encuestados y tienen preferencias, entre más personas dejen de votar la probabilidad de que difieran son mayores, y si a eso le agregamos que las preferencias se miden antes del fin de las campañas, las posibilidades de errar son muchas, por ello, los encuestadores insistimos en que las encuestas no se deben usar para adelantar resultados, aunque en general pocas veces se equivocan en el ganador. Los estrategas lo saben y, por ello, no se asustan de las encuestas, las usan para modificar lo que leen en ellas, no para que se cumplan, las encuestas les dan elementos de estrategia no de pronóstico.

JD.: Un buen libro para entender el mundo de las encuestas electorales.

RC.: Si solo se quiere aprender metodología estadística hay muchos, probablemente, cualquiera de los libros clásicos, por ejemplo, pueden leer a Kish, a Des Raj o a Cochran; pero si se quiere menos rigor estadístico y más comprensión de la investigación social, se puede leer a Elisabeth Noelle-Neumann.

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- Conocemos el lado humano de Roy Campos





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