"Con las encuestas, el gobernante está sujeto permanentemente al juicio ciudadano"
Roy Campos. |
Juan D. Sánchez. Mi hijo me ha preguntado hoy por qué me "dan premios". La respuesta la encontramos en entrevistas como esta. "Hijo, hay gente muy amable en este mundo, que sabe mucho más que yo y que me conceden entrevistas". Conocemos las reflexiones de Roy Campos, presidente de Mitofsky, una de las consultoras de investigación de la opinión pública más importantes de México.
Juan Diego: ¿Qué servicios presta Mitofsky?
Roy Campos: Si lo tratamos de concretar,
ofrecemos el servicio de investigación, ya sea de mercados privados o de
mercados públicos, investigación que genera información de apoyo a estrategias
de mercado, de comunicación o de campaña.
JD.: ¿Qué aportan las encuestas a la
democracia?
RC.: No es difícil verlo, los críticos
las quieren ver como intentos de sustituir a la democracia y ni de cerca es su
aporte, la encuesta permite a los
actores políticos conocer a los ciudadanos y cerrar un círculo de
comunicación; previo a las encuestas la democracia se limitaba al momento de la
votación y a la comunicación unilateral del gobernante al gobernado, con las encuestas, el gobernante está sujeto
permanentemente al juicio ciudadano, a conocer sus preocupaciones, sus
inquietudes, etc., debemos verlas como la voz ciudadana, y como en toda
democracia, no todos gritan lo mismo, siempre hay un grupo que se molesta de no
ser mayoría, pero así es la democracia, nos muestra a las minorías que no debemos
imponer nuestros criterios y muestra a las mayorías que deben respetar a sus
conciudadanos aunque piensen diferente.
JD.: ¿Qué límites tienen los sondeos
de opinión pública? ¿Lo pueden medir todo?
RC.: Se puede medir “casi” todo, pero
tiene dos limitantes fuertes, no puede
profundizar en los sentimientos, y no puede adivinar lo que los ciudadanos
piensen, sientan o hagan en un futuro, por inmediato que este sea, porque las
encuestas están influidas por estados de ánimo y eso no lo podemos adelantar
nunca.
JD.: Tres errores clave de una mala encuesta electoral.
RC.: Pedir tres por un lado es obligar a
pensar en las más importantes y, por otro, limitarlas, porque hay muchísimos más.
Hay dos tipos, errores estadísticos
(que son los únicos medibles) como malos marcos muestrales, mal cálculo del
tamaño de muestra, mal diseño estadístico de selección; malos estimadores; etc.,
y los errores no estadísticos (y no
medibles) como mala pregunta, mal diseño interno del cuestionario, sesgo del
encuestador, día o hora inadecuada, informante inadecuado, método sin cobertura
total (teléfono, Internet, etc.) y muchos más, pero es difícil pensar cuál es
el más importante.
JD.: A veces, se hacen encuestas de intención de voto que coinciden en dar un mismo pronóstico, ¿cómo se explica que después el resultado real sea otro muy distinto?
RC.: Hay dos razones principales, la
primera es el tiempo, una encuesta
se levanta cuando aún no terminan los intentos de los candidatos de obtener
votos, las campañas están en curso y los equipos de campaña siempre reservan
sus mejores armas para el final, incluso para el día de la elección, eso jamás
lo captarán las encuestas preelectorales y menos cuando la legislación les
impide publicar días antes, lo que obliga a levantamientos lejanos a la fecha
de la elección.
La siguiente
razón, aún más poderosa, es que las
encuestas miden la intención de votar del 100% de los ciudadanos, incluso de
quienes llegado el momento no votarán pero eso no les hace dejar de tener
preferencias, son dos poblaciones muy distintas, el ser votante por definición
te hace más cercano a los partidos, a la política y a los candidatos, ese grupo
que vota es sustancialmente distinto a los que no votan, aunque todos son
encuestados y tienen preferencias, entre más personas dejen de votar la
probabilidad de que difieran son mayores, y si a eso le agregamos que las
preferencias se miden antes del fin de las campañas, las posibilidades de errar
son muchas, por ello, los encuestadores insistimos en que las encuestas no se
deben usar para adelantar resultados, aunque en general pocas veces se
equivocan en el ganador. Los estrategas lo saben y, por ello, no se asustan de
las encuestas, las usan para modificar lo que leen en ellas, no para que se
cumplan, las encuestas les dan elementos
de estrategia no de pronóstico.
JD.: Un buen libro para entender el
mundo de las encuestas electorales.
RC.: Si solo se quiere aprender
metodología estadística hay muchos, probablemente, cualquiera de los libros
clásicos, por ejemplo, pueden leer a Kish, a Des Raj o a Cochran; pero si se
quiere menos rigor estadístico y más comprensión de la investigación social, se
puede leer a Elisabeth Noelle-Neumann.
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- Conocemos el lado humano de Roy Campos
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