68 votos a favor, 55 en contra y 9 abstenciones. Es el resultado final de una votación especialmente importante para nuestra democracia. Y no me refiero a la futura prohibición de las corridas de toros (lo cual también es una extraordinaria noticia que parecía que nunca iba a llegar), sino al éxito de un proyecto que demuestra que los ciudadanos sí pintamos algo en los parlamentos. La plataforma Prou! logró 180.000 firmas (130.000 más de las necesarias) para abrir en el Parlamento catalán el debate sobre la prohibición de los toros. Estamos hablando de una herramienta que nos brinda la Constitución y que deberíamos aprovechar con más frecuencia: la Iniciativa Legislativa Popular. La gran noticia es el debate abierto en la Cámara autonómica por los propios ciudadanos (y sí, también lo es la protección de los astados).
Esta bomba informativa nos abre los ojos y nos demuestra que sí tenemos fórmulas para participar activamente en la vida pública y, por tanto, para cambiar, al menos, algunas de esas cosas que no van bien en la sociedad. Nuestro papel en la democracia no debe limitarse a votar en unas elecciones, debe y puede ir más allá. Entiendo que todo el mundo no tenga el espíritu combativo de los activistas de Prou!, pero cuando se den movimientos reivindicativos y estemos de acuerdo con ellos, podemos tender la mano, aunque sea, simplemente, escuchándolos sin tacharlos de personajes antisistema y progres tarados.
Entre todos (ciudadanos de a pie, políticos, medios de comunicación, líderes de opinión y sociedad civil) debemos construir la democracia, que está en pleno crecimiento. Nuestra democracia ni nació ni murió en 1978 con la Constitución, está viva y nos necesita. Nuestra sociedad ha de levantarse con el esfuerzo de demócratas practicantes. No debemos tener miedo a la participación en la vida pública y los medios de comunicación tienen la obligación moral de ayudarnos abriendo sus puertas a los ciudadanos. Los diputados, parlamentarios y concejales también deben abrirse y abrazar nuevas formas de entendimiento con la sociedad. Propongo la Comunicación Política Cívica como la fórmula que active nuevas vías de contacto de los políticos y de las instituciones con la ciudadanía, que necesita transparencia en la gestión pública, presencia real en el espacio público, tener voz y vías que faciliten su participación para contribuir al fortalecimiento de la mejora de la calidad de nuestra democracia. Es una oportunidad que no podemos perder.
Buen trabajo. Una visión algo parcial si me permites, hoy se anuncia que Cataluña quiere cambiar su "organigrama territorial" (eso de las "provincias" suena a territorio español), en definitiva soy de los que piensa que lo de los "cuernos" es simplemente un "placebo" para ir llegando al fondo del meollo, y este desde luego es la "puntilla" con la que se quiere matar al concepto nación / "piel de toro".
ResponderEliminarEl estado federal bien entendido en la Europa actual puede ser -como en su día la República apuntó- una solución más aconsejable, tal y como se están desarrollando los acontecimientos.
Lo penoso de este asunto es que haya políticos que utilicen este asunto para crear confrontación y trasladar a la opinión público la idea de que España se rompe..
ResponderEliminarLa noticia cornuda de Cataluña es un símbolo, al menos, en tres sentidos. 1. Símbolo de los que luchan por los derechos de los animales. 2. Símbolo de la capacidad real que tenemos los ciudadanos de participar activamente en los asuntos de la vida pública. 3. Símbolo nacionalista catalán que reafirma su identidad propia y distinta a la española. Ahora bien, no todos los que se alegran por los símbolos 1 y 2 se alegran de la existencia del símbolo 3. Se puede defender los derechos de los toros y los derechos de los ciudadanos a participar en la agenda pública y no aplaudir las metas independentistas de CIU y compañía.
ResponderEliminarGracias por participar y hacer también tuyo el blog.
Saludos.
Juan Diego.
En realidad esto es una hipocresía...por qué no se quitan las ayudas agrícolas a las dehesa. El toreo está muy subvencionado. Si se decidiera no mantenerlo por parte de los poderes públicos, esto caería por su propio peso.
ResponderEliminarLo que tengo muy claro es que las corridas de toros chocan frontalmente contra los derechos de los animales.
ResponderEliminarGracias.
Juan Diego.