Todo lo que ocurre desde que contactan con nosotros para ofrecer una charla, taller o conferencia hasta que acabamos la tarea y llegamos a casa es importante. En mis cursos de oratoria básica, hago hincapié en la relevancia de preparar muy bien la sesión del turno de preguntas del público. Estamos acostumbrados a revisar cada coma de la intervención pero olvidamos, con frecuencia, que el público también debe hablar y que hay que estar preparados para afrontar esta fase del encuentro. No olvidéis nunca que el partido no acaba hasta que el árbitro no pita el final del partido, y es que en el minuto 90 nos pueden meter un gol de penalti o de carambola y echar por tierra una intervención brillante. Por tanto, ¿qué debemos saber del turno de preguntas del auditorio?
- Es un elemento más de la charla, no se improvisa.
- Ensaya: platéate posibles preguntas y respuestas.
- Indica al inicio de la intervención si te pueden interrumpir cuando surja alguna duda o si habrá al final un turno de preguntas.
- Cuando el tiempo disponible (indícalo al principio) se esté agotando, señala que sólo queda tiempo para dos preguntas más.
- Cuando te formulen la pregunta, repítela. La idea es comprobar si se ha entendido bien la cuestión, te aseguras de que todo el mundo la haya escuchado y ganas tiempo para pensar la respuesta.
- Aprovecha el turno de preguntas para repetir tu idea central o decir algo que habías olvidado.
- Sé breve.
- Piensa, no te precipites.
- Si no sabes la respuesta, no mientas. Sin decir que no sabes la respuesta, puedes lanzar la pregunta al auditorio (ganas tiempo para pensar y existe la posibilidad de que alguien sepa la respuesta correcta). Si no ves salida, reconoce que no sabes la respuesta pero comprométete a buscarla en otro momento y a comunicársela a quien te preguntó.
- Ante las discrepancias, mantén la calma y no te creas en posesión de la verdad absoluta.
- No aceptes faltas de respeto.
- Si alguien pretende monopolizar la charla, córtale con diplomacia e indica que otras personas también quieren hablar.
- Sonríe.
- Agradece las intervenciones.
- Mientras te preguntan, mira a tu interlocutor; en la respuesta, mira a todos.
Son unas reglas fáciles de seguir pero muy importantes. Ya sabes, el turno de preguntas forma parte del discurso. No lo improvises.
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