jueves, 2 de diciembre de 2010

Manipulación de andar por casa


Estoy en mi habitación, tranquilo, con mis cosas... y suena el teléfono. Atentos al pequeño diálogo porque, aunque lo parezca, no es nada inocente:

- Jazztel: "Hola, ¿está Juan Diego?"

- "Sí, soy yo".

- Jazztel: "¿Qué tal estás?"

- "Muy bien, gracias, ¿quién eres?"

- Jazztel: "Te llamo de Jazztel..." (bla, bla, bla...).

Bueno... y me costó un poco quitarme de encima al 'vendedor'. Pasan unos días y recibo otra llamada:

- Jazztel: "Buenas tardes, ¿se encuentra Antonio?"

- No, creo que se ha equivocado.

- Jazztel: "Ah, pues disculpa, pero llamo de Jazztel y de todas formas quiero comentarte que..." (bla, bla, bla...).

Dos llamadas atípicas de personas que decían trabajar para la compañía Jazztel y que me sugieren algunas reflexiones sobre la manipulación. Sin duda, esta forma de contactar con los posibles clientes no responde al 'modus operandi' habitual de las compañías de telecomunicaciones. En los dos casos que os cuento, nos encontramos ante una técnica de manipulación que, aunque simple, nos permite hablar de un tema muy interesante. Cuando Jazztel me llama y me tutea desde un principio y evita tocar el tema delicado desde el principio, pone en marcha un truco psicológico para hacerse con nuestra voluntad y allanar el camino para que, al menos, escuchemos y no colguemos automáticamente como hacemos normalmente.

Os pongo otros ejemplos de manipulación de andar por casa. Hablo de manipulación porque a veces creemos que hacemos cosas con total libertad y no es cierto, estamos condicionados por otras personas. Aquí va otra historieta de un tal Antonio (fontanero) y de su amigo Juan.

- Juan: "¿Qué tal estás Antonio?"

- Antonio: "Muy bien, muy liado, como siempre".

- Juan: "¿Por qué no te vienes este sábado a comer a casa y echamos un buen rato?".

- Antonio: "Genial, claro que sí".

- Juan: "Muy bien, y así... de paso... me miras unos grifos que tengo estropeados".

¿Qué se supone que hace ahora Antonio? ¿Cómo le dice que no a Juan? Antonio puede estar harto de trabajar y por muy amigo que sea de Juan quizá lo que le apetece es descansar y nada más. Al pobre Antonio le han tendido una trampa, lo han manipulado y, probablemente, siente que actúa con libertad, pero podría no ser así.

En su libro 'Pequeño tratado de manipulación para gente de bien', Robert-Vicent Joule y Jean-León Beauvois hablan precisamente de esto, y ponen muchos ejemplos que demuestran los resultados de diferentes técnicas de manipulación. Un caso fácil de poner en práctica lo explicaban de este modo: ve a una estación de autobuses y pide dinero para coger un viaje; primero, hazlo pidiendo directamente y, luego, lo haces preguntando antes a tus 'víctimas' por la hora. La investigación da como resultado que se consigue siempre más dinero consultando previamente la hora. El comportamiento humano es así de débil y de curioso.

Los adolescentes con sus padres aplican sin saberlo muchas veces técnicas de manipulación domésticas.

- Joven: "Papá, dame 100 euros".

- Padre: "De eso nada".

- Joven: "Bueno... 70".

- Padre: "Es mucho".

- Joven: "Venga... vale... pues 40".

El padre está siendo sometido a un duro ejercicio de manipulación. Si el joven empieza pidiendo 40, quizá sólo consiga 15, pero al empezar por 100, la resistencia del padre tiene más probabilidad de romperse al llegar a los 50 o 40 euros.

Todos los días estamos sometidos a procesos de manipulación en el trabajo, en casa, en la calle... no es fácil percatarse de ello pero es así. Hay muchos más ejemplos y os recomiendo que leáis el libro de Robert y Jean, es entretenido y enseña cosas muy curiosas del comportamiento humano, todo basado en investigaciones, no en conjeturas.

Me llaman, ¿serán de Jazztel?


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