"Liderar es provocar movimiento,
influir en otros actores"
Matilla Blanco. |
Juan Diego Sánchez. Me gusta mantener las buenas costumbres y, una de ellas, sin duda alguna, es recomendaros libros con la llegada de Papá Noel y de los Reyes Magos. Como estamos en crisis, he visto muy útil la obra 'Génesis del Liderazgo', de cuyas páginas podéis extraer herramientas con las que sacar lo mejor de vosotros mismos. Conversamos con su autor, Miguel Ángel Matilla Blanco, asesor de comunicación, periodista especializado en política, escritor y director de la consultora Projection Code: Coaching & Consulting.
Juan Diego: ¿Qué es el liderazgo?
Matilla Blanco: Generalmente, cuando
se habla de liderazgo se hace referencia al poder, sobre todo, poder político y
empresarial. Sin embargo, el concepto de liderazgo es mucho más profundo, va
más allá, y esa es una de las ideas que trato de transmitir en el libro.
Liderar es provocar movimiento, pegar un tirón
suficientemente fuerte como para influir
en otros actores de este mundo conectado, llevándoles así a la acción y a
generar, de nuevo, más movimientos, teniendo su origen en un referente. Para
lograrlo, es necesario llevar a cabo un proceso de introspección, y desarrollar
una serie de capacidades que dan lugar a la filosofía que muestra el libro.
Llevo un
tiempo leyendo a diversos autores que defienden una postura similar, y que me
han servido de inspiración. Mi intención es ampliar y extender este modo de
pensar, y aportar ideas y reflexiones propias a partir de algunas experiencias.
‘Génesis del Liderazgo’ es una visión
puramente teórica del origen y desarrollo del liderazgo en su más profunda
acepción.
JD.: Desde el punto de vista de la
comunicación, ¿qué define a un líder?
MB.: La
proyección esencial define la comunicación del líder. Para más información,
mejor leer el libro, pues se trata de un concepto que reúne contenido de dos
capítulos de la obra, mucha información como para condensarla en un par de
párrafos.
JD.: Tres ejemplos de grandes líderes.
MB.: Si me hubieras preguntado simplemente tres
ejemplos de líderes, me habrías complicado la respuesta, porque están en todas
partes, el problema es que no se les reconoce como tales, porque no se trata de
personas que influyan en millones, pero sí calan muy hondo en quienes les
rodean. Sin embargo, me preguntas por grandes líderes, entiendo que
mundialmente conocidos.
Primero, Benjamin Franklin, con la peculiaridad
de que desarrolló su propio plan de virtudes, en función de las propiedades que
le caracterizaban, para basar su vida en ellas, y acabar convirtiéndose en uno
de los padres fundadores de Estados Unidos. En segundo lugar, el mismo Steve Jobs, que logró transmitir su
esencia a una marca comercial, y ésta aún vive a pesar de su muerte física,
depende de los responsables de la compañía mantenerla o hacer que se pierda.
Y por
último, Mahatma Gandhi, del que se puede
leer una descripción sobre su liderazgo en mi nuevo blog, Proyección Esencial.
JD.: ¿Todos podemos alcanzar la cima del
liderazgo?
MB.: Así es, pero no es fácil. La mentalidad de
los seres humanos se ha desarrollado de tal manera que, la mayoría de las
veces, pensamos que nuestra valía depende de juicios procedentes del exterior.
No nos paramos a pensar en el porqué de nuestra presencia en un organismo
natural perfectamente ensamblado como es el universo. Cada uno de nosotros está preparado para aportar algo y liderar en ese
sentido, la cuestión es tener el tiempo y la fortaleza necesaria como para
buscar y encontrar ese algo.
Ocurre
también que, simplemente, se prefiere no arriesgar y llevar una vida lo más
cómoda y segura posible, sin el deseo de cubrir las necesidades de
autorrealización que permitirían acabar desarrollando el liderazgo, algo
respetable, aunque a veces esa vida aparentemente más segura y estática
conlleva un estado de infelicidad, por el conflicto que se produce entre lo que
nos nace de dentro y los miedos que nos acaban frenando. No todos tenemos por
qué convertirnos en referentes para otros, pero sí disponemos de virtudes
innatas que nos permitirían lograrlo.
JD.: Coméntanos algunas técnicas o trucos para
influir más y mejor.
MB.: En el libro, defiendo que no hay trucos para
alcanzar el verdadero liderazgo, más que el auto descubrimiento y la proyección
en base a ese descubrimiento. De todos modos, sí aporto una serie de
particularidades que definen a los líderes, como adoptar un pensamiento más estratégico en nuestra relación con aquellos
públicos que puedan contribuir a nuestra evolución; o el poder de la
idealización que genera un líder a la hora de crear una imagen favorable en el
entorno.
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