domingo, 16 de diciembre de 2012

Informe de la Profesión Periodística 2012





“Es mejor estar aproximadamente en lo cierto que exactamente equivocado”. Las palabras del economista John Maynard Keynes han servido a Luis Palacio, nuevo director del “Informe Anual de la Profesión Periodística”, para explicar la dificultad de aportar cifras exactas de un sector en el que hay disparidad de criterios hasta para definir lo que es periodismo y quién es periodista. Incluso así, la edición de 2012 del anuario de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM), que fue presentado en la sede de la APM el 13 de diciembre, aporta las cifras más aproximadas, certeras y, sobre todo, contrastadas del sector periodístico.

Acto de presentación del IAPP.
Según los datos del Servicio Público de Empleo Estatal (SPEE), reflejados en el “Informe Anual de la Profesión Periodística 2012”, en septiembre de 2012, había 13.383 personas que demandaban un empleo como periodista en primera opción, frente a los 11.079 del mismo mes del año anterior, y 10.549 parados registrados como tales, frente a los 8.520 de septiembre de 2011. En ambos casos, el crecimiento en el último año ha sido superior al 20 %.

Las cifras aportadas son los demandantes y parados que especifican “periodista” como primera opción de búsqueda de empleo, aunque son muchísimos más los que el SPEE cataloga bajo la denominación “periodista”. “Entendemos que son las cifras que más se ajustan a la realidad: no están incluidos los periodistas que creen que no van a encontrar trabajo ya en esta profesión y los que no sitúan al periodismo como primera opción”, explica Palacio, periodista experto en medios de comunicación, actualmente editor de la web Digimedios y exdirector de las revistas especializadas Intermedios de la Comunicación y Noticias de la Comunicación.

En cuanto a destrucción de empleo, desde mediados de 2008 hasta octubre de 2012, se han visto afectados 6.393 empleos periodísticos en España, no solo de periodistas, sino de trabajadores del sector en general. Se prevén otros 2.990 afectados en las próximas fechas por negociaciones de expedientes de regulación de empleo (ERE) y otros procesos de despidos que están en curso, como las de las radiotelevisiones madrileña y valenciana. “Son cifras mínimas y contrastadas –aclara Palacio–, no nos cabe duda de que algunos despidos no trascienden”. Para el director del Informe, el auténtico valor de estas cifras de destrucción de empleo es de “carácter cualitativo”: afectan a toda España, de norte a sur y de este a oeste, desde televisiones, radios, revistas hasta medios digitales. “No hay ningún sector que no se haya visto afectado”, concluyó. Igualmente, desde mediados de 2008, se ha constatado el cierre de 197 medios.
CADA VEZ HAY MÁS PERIODISTAS AUTÓNOMOS Y EN GABINETES DE COMUNICACIÓN

Para el “Informe Anual de la Profesión Periodística 2012”, se han realizado dos encuestas: una a 2.397 periodistas de toda España y otra a 1.000 ciudadanos. En el primer caso, de los periodistas que trabajan por cuenta ajena, se han obtenido un 59 % de respuestas que trabajan en medios y un 41 % en gabinetes de comunicación. El crecimiento de este colectivo “debe suscitar un debate en nuestra profesión”, asegura Palacio. Y un 13 % de las respuestas fueron de autónomos, de los cuales un 66% se vieron “forzados por las circunstancias” a serlo. “Cada vez es más importante el colectivo de autónomos, y la vía del emprendimiento suele pasar por ahí”, afirmó.

En cuanto a la diferenciación por sexos, “sigue existiendo discriminación” en la profesión. “Hombres y mujeres acceden por igual a la profesión, pero el porcentaje de los primeros en puestos directivos triplica al de las mujeres”, zanjó.

Asimismo, tres cuartas partes de los periodistas encuestados declaró haber sufrido presiones en el ejercicio de su profesión y un 14 % se vio obligado a modificar el contenido a menudo. “Un dato importantísimo”, recalcó Palacio, por la falta de independencia que denota. Como consecuencia de ello, los periodistas se suspenden a sí mismos (4,09) al valorar la independencia con que realizan su labor.

“A pesar de los pesares –ironizó Palacio–, el periodismo sigue siendo atractivo”. En el curso 2011-2012, las matriculaciones en licenciaturas y grados de Periodismo crecieron un 2,5 %. En 2011, se licenciaron 2.659 personas. Y, desde 1976, se han licenciado en Periodismo alrededor de 75.000 personas.

Paradójicamente, dado que los propios periodistas se suspenden, la sociedad sigue confiando en esta profesión y en sus profesionales, según la encuesta a los ciudadanos. “Nosotros nos suspendemos, pero la ciudadanía nos otorga un aprobado holgado (5,42). El 60 % cree que los periodistas influimos algo o mucho en los distintos ámbitos de la sociedad”, explicó.

Según el director del Informe, “nuestro trabajo en la era de internet no va a ser superfluo, ya que la abundancia de datos no implica una vigilancia democrática”. “Serán necesarios intérpretes”, y los periodistas son los profesionales mejor preparados para las labores de selección, análisis, contextualización e interpretación de la información.

Aún a sabiendas de que la situación laboral es “muy mala”, los periodistas son “un colectivo preocupado por su trabajo, con un grado de actualización de conocimientos alto” y del que se reconoce su labor en la sociedad, por lo que “el mejor oficio del mundo, como lo llamó Gabriel García Márquez, aún tiene mucho recorrido”. 

Palacio coincide en su vaticinio sobre el futuro de la profesión con Carmen del Riego, presidenta de la APM, quien también presentó el Informe junto con Marisa Ciriza y David Corral, vicepresidenta para Asuntos Profesionales y presidente de la Comisión de Publicaciones de la APM, respectivamente.  Del Riego reconoció que este es “otro año negro para la profesión” y que la situación laboral no tiene visos de mejorar pronto, pero lanzó otro mensaje positivo: cuando pase esta crisis económica y la crisis estructural, “el periodismo seguirá muy vivo”.


COLECTIVOS TRAS LA DENOMINACIÓN DE “PERIODISTA”

Junto al rol tradicional de comunicadores e investigadores de la actualidad, han ido surgiendo otros itinerarios laborales en los que las habilidades profesionales de los periodistas son, asimismo, útiles: el principal es el de la comunicación empresarial o institucional. Por ese motivo, en la encuesta sobre la que se apoya este Informe se decidió estudiar de forma individualizada los diferentes colectivos que existen tras la amplia denominación de “periodista”.

La importancia que han ido adquiriendo los profesionales de la comunicación corporativa dentro del colectivo periodístico queda reflejada en el hecho de que entre los que trabajan por cuenta ajena, ya sea como periodistas o como personal de los departamentos de comunicación de las empresas, el reparto entre ambos grupos sería actualmente del 59 % y el 41 %, respectivamente. Casi la mitad de los que trabajan en comunicación lo hacen desde hace menos de cinco años.

Se estudia también el considerable peso que va adquiriendo dentro de la profesión el grupo de los autónomos, un 13 % de los periodistas encuestados. También se ha investigado a los parados y a los jóvenes que buscan su primer empleo.

La parte central del “Informe Anual de la Profesión Periodística 2012” se basa en una encuesta contestada por unos 2.400 periodistas pertenecientes a las organizaciones de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) y del Colegio de Periodistas de Cataluña (CPC).

PROCESO DE DIGITALIZACIÓN

La industria de los medios de comunicación se ha ido digitalizando progresivamente a lo largo de las últimas décadas. Este proceso comenzó modificando los procesos industriales, la pre-impresión y la transmisión de los materiales (textos y fotografías). Era solo cuestión de tiempo que la digitalización terminara por llegar a la fase en que las audiencias establecen contacto con los medios y, al final, llegó, dando comienzo al proceso de transición de los medios desde el mundo analógico al digital.

Esa transición está provocando consecuencias en los cometidos que desarrollan los periodistas: los que trabajan exclusivamente en soportes digitales representan ya un 22 % del total, aunque todavía son mayoría quienes desempeñan su trabajo en medios convencionales.
La transición a los medios digitales se produce a mayor ritmo en el caso de los medios impresos que en el caso de los medios audiovisuales. Eso muestra al menos el número de periodistas que dentro de sus compañías trabaja indistintamente en los soportes convencionales y en los digitales: el 22,9 % en los diarios, el 11,6 % en la televisión, y el 8,2 % en la radio.

RUPTURA DEL EQUILIBRIO ENTRE GENERACIONES Y FALTA DE ESPECIALIZACIÓN

Los datos aportados por los periodistas a través de la encuesta permiten constatar la falta de renovación y el debilitamiento que están experimentando las redacciones y los medios españoles. Pese a las constantes reducciones de empleo, el porcentaje de los periodistas que declara haberse incorporado a su trabajo a lo largo del último año no llega al 10 %, y es sintomático que el mayor porcentaje de periodistas en activo lleve más de 15 años vinculado a la empresa en la que trabaja. Si las empresas precisan, en términos generales, mantener un equilibrio en sus plantillas entre generaciones experimentadas y nuevos profesionales, los datos indican que en la industria de los medios ese equilibrio no se está produciendo.

Por otro lado, se constata la persistencia de la falta de especialización en el trabajo de los periodistas españoles. Más de la mitad de los encuestados (52,7 %) declaró que reparte su trabajo entre diferentes secciones, mientras que el porcentaje de periodistas especializados es del 47,3 %. Esta realidad se acentúa si se tiene en cuenta el sexo, con una mayor especialización de los periodistas varones (49,9 %) que entre las mujeres (44,8 %).

LOS AUTÓNOMOS

La proliferación del trabajo autónomo es tanto producto de la crisis y de los cambios organizativos de las compañías de medios (una mayor subcontratación) como del propio desarrollo empresarial de nuestro país, que genera oportunidades de trabajo para entidades de menor dimensión. Así, junto al autónomo “obligado” por la compañía, que condiciona la subcontratación a tener esa condición, se encuentran otros muchos que ponen en marcha proyectos de nuevo cuño, basados en pequeños equipos de trabajo, los denominados “emprendedores”.

El 13 % de los que contestaron la encuesta trabajan como autónomos, casi la mitad de los cuales adquirió esa condición en el último lustro, y un 66,4 % de ellos declara haberse hecho autónomo obligado por las circunstancias.
La figura de autónomo más habitual es el autónomo colaborador de varias empresas (49,7 %).

Los que declaran tener un medio propio alcanzan el 15,1 % de los autónomos, si se les suman los que tienen un medio o más en compañía de otros (7,7 %), el porcentaje alcanza el 22,8 % de los periodistas autónomos.

PARADOS Y JÓVENES A LA BÚSQUEDA DEL PRIMER EMPLEO

La mayor parte de los parados encuestados son profesionales que han perdido su empleo en empresas periodísticas (67,5 %) y en menor medida (18 %), profesionales que trabajan en comunicación corporativa. A esto no es ajena la especial virulencia de la crisis económica en el sector de los medios de comunicación. Entre los encuestados, el 47,5 % está parado desde hace menos de un año, pero es significativo que un 25% lleve en paro más de tres años.

La dureza de la crisis que vive el sector también afecta a los jóvenes periodistas que buscan su primer empleo. La mitad de ellos (50,7 %) lleva entre 1 y 2 años buscando su primera oportunidad, mientras que el 12,3 % lleva entre 2 y 4 años. Se trata de un colectivo que observa el futuro con gran realismo, y por ello algo más del 60 % considera que será muy difícil encontrar trabajo. Mientras esa oportunidad llega, más del 40 % ha optado por seguir mejorando su perfil profesional y realizan cursos de posgrado y de idiomas.

LAS CONDICIONES LABORALES

En términos generales, puede afirmarse que para los trabajadores por cuenta ajena la diferencia entre trabajar como periodista y hacerlo como profesional de la comunicación corporativa es muy pequeña a nivel salarial. En ambos casos, el grueso del colectivo percibe entre 1.000 y 2.000 euros mensuales (el 46,8 % de los periodistas, y el 50,3 % de los profesionales de la comunicación). En el caso de las retribuciones más altas, los periodistas salen ligeramente mejor parados.

Los profesionales autónomos, sin embargo, tienen un nivel retributivo inferior. Arrojan porcentajes muy parecidos quienes perciben menos de 1.000 euros mensuales y los que se encuentran entre 1.000 y 2.000 euros (31,5 % y 33,6 %, respectivamente).

Por lo que se refiere a las condiciones de contratación, el porcentaje de trabajadores con contrato indefinido es del 80,1 % en el colectivo de los periodistas y del 63,5 % en el de los que trabajan en comunicación corporativa. Una explicación a esta diferencia podría encontrarse en la mayor tradición del trabajo periodístico, muchos de cuyos empleos proceden de unos años en los que el contrato indefinido era más habitual.

Interrogados acerca del grado de satisfacción respecto a su trabajo, entre los tres colectivos en activo –periodistas, profesionales de la comunicación y autónomos–, las diferencias son pequeñas, si bien resulta significativo que sea entre los autónomos donde se encuentra el porcentaje mayor de satisfechos, con el 59,4 %, frente al 53,1 % de periodistas que están satisfechos con su trabajo y el 58,4 % de los profesionales de la comunicación.

No obstante, cuando se pregunta acerca del grado de satisfacción con las condiciones laborales, hay un mayor porcentaje de satisfechos entre quienes trabajan en comunicación corporativa (52,4 %) que entre los periodistas (35,3 %).

EL PARO REGISTRADO

La primera y principal dificultad a la hora de establecer en sus justos términos cómo está afectando la crisis actual a la profesión periodística nace de la imposibilidad de saber con una cierta precisión cuántos periodistas hay en nuestro país, debido a la inexistencia de censos actualizados de los medios en funcionamiento. En una estimación realizada en septiembre de 2011, el profesor Bernardo Díaz Nosty calculaba, a partir de datos del SEPE (Servicio Público de Empleo), el número de periodistas ocupados en los medios entre 20.500 y 24.600 en toda España.

El endurecimiento de la crisis que viven los medios actualmente se ha traducido en un proceso de destrucción de empleo que parece no tener fin. A este respecto, las cifras facilitadas por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social (MESS) son concluyentes, aunque los datos deben observarse con suma atención, ya que las cifras del paro registrado como las de demandantes de empleo recogen, en el apartado Periodistas, a aquellos que efectivamente lo son y a quienes pueden serlo. No hay que olvidar que, hasta 2011, el número de licenciados en Periodismo ascendía a 74.923, aunque, evidentemente, solo una parte de ellos se dedicaban laboralmente a esta actividad.

Teniendo en cuenta las anteriores consideraciones, y según la información del MESS, el paro registrado en el colectivo de periodistas alcanzó, en septiembre de 2012, las 27.443 personas, triplicando prácticamente la cifra del mismo mes del año anterior, cuando se contabilizaron 9.937. El paro entre las mujeres (64 %) casi duplica al de los hombres (36 %). Esta cifra del paro registrado “bruta”, sin embargo, queda matizada cuando se consideran también los denominados parados registrados “en primera opción” (buscan trabajo de periodista en primera opción), concepto que se acerca más al de periodista en ejercicio: 10.459 en septiembre, un 22,8 % más que en el mismo mes de 2011.

El 56 % del paro registrado de periodistas se concentra en Madrid, Andalucía y Cataluña. Destacan los aumentos del paro periodístico registrados en Asturias (259 %), Comunidad Valenciana (245 %) y Galicia (232 %); frente a Navarra (82 % de incremento del paro), País Vasco (111 %) y Cantabria (123 %).

PRINCIPALES PROBLEMAS DE LA PROFESIÓN

El aumento del paro y la precariedad laboral se sitúa, por primera vez, como el principal problema de la profesión, y lo es para el 51,4 % de los periodistas encuestados. Les siguen en orden de importancia: la mala retribución del trabajo periodístico (12,3 %), la falta de independencia política y económica de los medios (11,4%), la falta de rigor y neutralidad en el ejercicio profesional (7,1 %) y la carga de trabajo y falta de tiempo para elaborar la información (5,8 %).

Respecto a cómo afecta la crisis a su trabajo, el 70,7 % de los encuestados contesta que “dispongo de menos medios económicos para mi trabajo”; el 65 %, que “me produce inestabilidad, inseguridad”; el 57,8 %, que “tengo que realizar más funciones que antes”; el 52,5 %, que “eliminaron colaboradores”, y el 42,5 %, que “tengo menos tiempo para realizar mi trabajo”.

El 91 % de los encuestados que trabajan en medios piensa que la actual crisis económica le está afectando al normal desarrollo de su trabajo de periodista. El 67,8 % de los periodistas y el 58,1 % de los profesionales de la comunicación corporativa declaran que durante los últimos cuatro años ha habido reducción general de salarios en la empresa donde trabaja.

El 32,2 % de los periodistas y el 11,1 % de los profesionales de la comunicación declaran que en su empresa, en los últimos cuatro años, ha habido un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) con extinción de contratos; el 10 % y 3,1 %, respectivamente, que ha habido un ERE temporal, y el 6,4 % y 2,1 %, que ambos.

FORMACIÓN PROFESIONAL

En el curso 2011-2012, el número de matriculaciones en Periodismo, Comunicación Audiovisual y Publicidad y Relaciones Públicas superó los 51.000 alumnos, de los que casi 19.000 correspondieron a Periodismo. Una parte de estos 19.000 estudiantes se incorporará a los 74.923 licenciados en Periodismo que salieron de las facultades universitarias entre 1976 y 2011, aunque solo una parte de ellos trabaje en los medios.

En 2011 se licenciaron 2.640 nuevos periodistas y en Comunicación Audiovisual, que también aporta profesionales al periodismo, se licenciaron 2.107 personas. Junto al funcionamiento –o mal funcionamiento- del sistema de enseñanza reglado, cabe destacar el alto grado de actualización profesional entre los trabajadores de la información, como muestra el que el 80,5 % de los encuestados haya realizado cursos después de concluir sus estudios profesionales. Esto parece indicar que nos hallamos ante un colectivo en el que se han impuesto las tesis que defienden que la formación es un proceso que se desarrolla a lo largo de toda la vida profesional como consecuencia de los cambios permanentes que el avance tecnológico impone al mercado en general y a la comunicación, en particular.

No es baladí que un 81,7 % de los encuestados se haya pagado de su bolsillo algunos de esos cursos de actualización, frente a un 33,7 % de profesionales que mencionan que la empresa en la que trabajan les ha pagado cursos. Los porcentajes de profesionales que los han realizado son más altos en el caso de las mujeres y en el de los jóvenes.

PLANTEAMIENTOS ANTE EL NUEVO ESCENARIO DIGITAL

La expansión de internet es, quizás, el cambio más importante entre los experimentados en los últimos 20 años en los medios de comunicación; y esa expansión está alumbrando tanto nuevas versiones de los medios tradicionales, como nuevas herramientas, y, por qué no, nuevos medios de comunicación.

A este respecto, los periodistas encuestados no albergan dudas sobre el carácter de aquellos soportes que representan una renovación de los medios tradicionales. El 97,2 % califica de medio periodístico los diarios digitales, y el 88,4 % lo hace de los soportes en la web de los medios convencionales.

 Sin embargo, cuando se les interroga sobre otros modelos, como los blogs, los portales o las plataformas de “microblogging”, el consenso desaparece. Los blogs solo reciben la calificación de ser medios periodísticos por un 34,9 % de los encuestados; los portales, por un 17 %, y las plataformas de “microblogging”, por un 16 % de los encuestados.

Sí existe un acuerdo bastante amplio al considerar que Internet fortalecerá a la profesión periodística, consideración respaldada por el 62,5 % de los encuestados; este respaldo se acentúa entre los periodistas más jóvenes (67 % de los menores de 30 años).

Pero este respaldo no está exento de crítica: entre el 80 % y el 90 % de los periodistas encuestados sostiene que Internet “permite que se confunda la opinión con la información”, que “es más manipulable que otros medios” y que “se da demasiado crédito al rumor; hay poca exigencia de calidad en la información”.

Casi dos tercios de los periodistas encuestados para esta Informe respalda que la información en Internet debe ser de pago; pero hay que destacar que un nada desdeñable 35,5% de los encuestados se manifiesta a favor de la gratuidad de la información.

La percepción general de los periodistas es que, en los próximos años, los medios principales, sobre todo los impresos, cambiarán sustancialmente. El 71,1 % cree que se modificarán sustancialmente los diarios impresos y el 59,6 % cree que lo mismo les ocurrirá a las revistas de venta en quiosco. Por el contrario, el 62,7 % de los encuestados piensa que mantendrán sus características actuales las radios generalistas y el 51,2 % cree lo mismo de las televisiones generalistas.

OPINIÓN ACERCA DE LAS ORGANIZACIONES PROFESIONALES Y SINDICALES

Solo la prestación de servicios de las organizaciones profesionales de periodistas (asociaciones de la prensa y colegios) obtiene un aprobado (5,08 de nota media) en la consideración del colectivo periodístico. El tratamiento de las cuestiones profesionales que hacen estas organizaciones recibe solo un 4,53 de nota media, y las negociaciones sindicales de convenios, ERE o condiciones laborales, reciben un 3,16 de nota media por parte de los periodistas encuestados.

Un 97,4 % de los encuestados cree que las organizaciones profesionales deben asumir un papel más activo en defensa de las condiciones laborales de los periodistas, y un 85,4 % considera que las organizaciones profesionales deben participar incluso en los comités de empresa para negociar los convenios colectivos y las condiciones laborales.

DESTRUCCIÓN DE EMPLEO EN LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN DE ESPAÑA (2008-2012)

Resulta difícil, si no imposible, ofrecer una cifra del número de periodistas que han perdido su empleo desde que comenzó la crisis por un cúmulo de razones. Primero: dónde se sitúa el comienzo de la crisis, ¿en 2007?, ¿en 2008?; antes de esas fechas ya se habían realizado importantes regulaciones de empleo (RTVE, por ejemplo, en 2006).

Además, establecer el número de periodistas que han perdido su empleo es casi imposible porque las informaciones que van trascendiendo son muy fragmentadas, hay reducciones de empleo o cierres de medios que pasan inadvertidas y, además, cuando se conocen, la cifra que aflora es la del total de trabajadores que pierde su empleo, y no solo la de los periodistas. Por todo ello, empieza a ser más preciso referirse a la pérdida de empleo en el sector de los medios y no a pérdidas de empleos periodísticos.

Teniendo en cuenta todo lo anterior, la destrucción de empleo ya consumada, desde mediados de 2008 hasta principios de noviembre de 2012, alcanza a 6.393 puestos de trabajo. Si se añaden los 2.990 empleos que se perderán con toda probabilidad cuando culminen las negociaciones de los ERE y recortes en marcha, se alcanzará, presumiblemente, la cifra de 9.383 puestos de trabajo destruidos en los medios españoles desde mediados de 2008.

Por tipo de medio, esos 6.393 puestos ya desaparecidos se desglosan como sigue: diarios de pago, 1.805 empleos destruidos; televisiones, 1.399; revistas, 1.090; periódicos gratuitos (diarios y de otra periodicidad), 553; radios, 304; digitales, 236; agencias, 186, y aéreas corporativas de los grupos de comunicación y otros, 820 puestos de trabajo desaparecidos.

Entre 2008 y principios de noviembre de 2012 han cerrado, como mínimo, 197 medios de comunicación: 22 diarios, 132 revistas, 20 televisiones de todos los ámbitos, 4 radios, 10 gratuitos, 7 digitales, y dos agencias.

LA INDUSTRIA DE LOS MEDIOS

El sector vive años duros. En el ejercicio de 2011, el último del que se dispone información completa, la facturación agregada de los medios (diarios, televisiones, radios y revistas de quiosco) se redujo un 7 %, hasta los 6.558 millones de euros. Los datos del primer semestre de 2012 apuntan a que el ejercicio en curso podría ser todavía peor. Las televisiones y los diarios representaron el 85 % de la caída de los ingresos del sector en 2011.

Entre 2007 y 2011, es decir, entre el último ejercicio teóricamente bueno y el presente, la facturación agregada de las televisiones, los diarios, las revistas y las radios se redujo un 26 % al pasar de los 8.886 millones hasta los actuales 6.558 millones de euros.

La inversión publicitaria total ha caído un 38 % en el periodo 2007-2011. Y entre 2007 y 2012, la publicidad institucional se ha rebajado un 63 %. En cinco años (2007-2011), se ha dejado de vender en los quioscos casi uno de cada cuatro ejemplares de diarios de pago (-23 %) y la circulación de la prensa gratuita se ha reducido a la tercera parte (-66 %).

Los ingresos de los grupos de comunicación en España han descendido de forma importante en el periodo 2007-2011: Prisa, -26 %; Antena 3, -21 %; Telecinco-Mediaset. -7 %; Vocento, -25%; Unedisa, -20%; Godó, -28 %, y Zeta, -37 %.

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