“Es mejor estar
aproximadamente en lo cierto que exactamente equivocado”. Las palabras del
economista John Maynard Keynes han servido a Luis Palacio, nuevo director del “Informe Anual de la Profesión Periodística”,
para explicar la dificultad de aportar cifras exactas de un sector en el que
hay disparidad de criterios hasta para definir lo que es periodismo y quién es
periodista. Incluso así, la edición de 2012 del anuario de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM), que
fue presentado en la sede de la APM el 13 de diciembre, aporta las cifras más
aproximadas, certeras y, sobre todo, contrastadas del sector periodístico.
Acto de presentación del IAPP. |
Según los
datos del Servicio Público de Empleo Estatal (SPEE), reflejados en el “Informe
Anual de la Profesión Periodística 2012”, en septiembre de 2012, había 13.383 personas que demandaban un empleo como
periodista en primera opción, frente a los 11.079 del mismo mes
del año anterior, y 10.549 parados registrados
como tales, frente a los 8.520 de septiembre de 2011. En ambos
casos, el crecimiento en el último año
ha sido superior al 20 %.
Las cifras
aportadas son los demandantes y parados que especifican “periodista” como
primera opción de búsqueda de empleo, aunque son muchísimos más los que el SPEE
cataloga bajo la denominación “periodista”. “Entendemos que son las cifras que
más se ajustan a la realidad: no están incluidos los periodistas que creen que
no van a encontrar trabajo ya en esta profesión y los que no sitúan al
periodismo como primera opción”, explica Palacio, periodista experto en medios
de comunicación, actualmente editor de la web Digimedios y exdirector de las
revistas especializadas Intermedios de la
Comunicación y Noticias de la
Comunicación.
En cuanto a
destrucción de empleo, desde mediados de 2008 hasta octubre de 2012, se han
visto afectados 6.393 empleos
periodísticos en España, no solo de periodistas, sino de
trabajadores del sector en general. Se prevén otros 2.990 afectados en las
próximas fechas por negociaciones de expedientes de regulación de empleo (ERE)
y otros procesos de despidos que están en curso, como las de las
radiotelevisiones madrileña y valenciana. “Son cifras mínimas y contrastadas
–aclara Palacio–, no nos cabe duda de que algunos despidos no trascienden”.
Para el director del Informe, el auténtico valor de estas cifras de destrucción
de empleo es de “carácter cualitativo”: afectan a toda España, de norte a sur y
de este a oeste, desde televisiones, radios, revistas hasta medios digitales.
“No hay ningún sector que no se haya visto afectado”, concluyó. Igualmente,
desde mediados de 2008, se ha constatado el cierre de 197 medios.
Para el “Informe
Anual de la Profesión Periodística 2012”, se han realizado dos encuestas: una a
2.397 periodistas de toda España y otra a 1.000 ciudadanos. En el primer caso,
de los periodistas que trabajan por cuenta ajena, se han obtenido un 59 % de
respuestas que trabajan en medios y un 41 % en gabinetes de comunicación. El
crecimiento de este colectivo “debe suscitar un debate en nuestra profesión”, asegura
Palacio. Y un 13 % de las respuestas fueron de autónomos, de los cuales un 66%
se vieron “forzados por las circunstancias” a serlo. “Cada vez es más
importante el colectivo de autónomos, y la vía del emprendimiento suele pasar
por ahí”, afirmó.
En cuanto a la
diferenciación por sexos, “sigue existiendo discriminación” en la profesión.
“Hombres y mujeres acceden por igual a la profesión, pero el porcentaje de los primeros en puestos directivos
triplica al de las mujeres”, zanjó.
Asimismo, tres cuartas
partes de los periodistas encuestados declaró haber sufrido presiones en el ejercicio de su profesión
y un 14 % se vio obligado a modificar el contenido a menudo. “Un dato
importantísimo”, recalcó Palacio, por la falta de independencia que denota. Como
consecuencia de ello, los periodistas se suspenden a sí mismos (4,09) al
valorar la independencia con que realizan su labor.
“A pesar de los
pesares –ironizó Palacio–, el periodismo sigue siendo atractivo”. En el curso
2011-2012, las matriculaciones en licenciaturas y grados de Periodismo
crecieron un 2,5 %. En 2011, se licenciaron 2.659 personas. Y, desde 1976, se
han licenciado en Periodismo alrededor de 75.000 personas.
Paradójicamente,
dado que los propios periodistas se suspenden, la sociedad sigue confiando en
esta profesión y en sus profesionales, según la encuesta a los ciudadanos.
“Nosotros nos suspendemos, pero la
ciudadanía nos otorga un aprobado holgado (5,42). El 60 % cree
que los periodistas influimos algo o mucho en los distintos ámbitos de la
sociedad”, explicó.
Según el director
del Informe, “nuestro trabajo en la era de internet no va a ser superfluo, ya
que la abundancia de datos no implica una vigilancia democrática”. “Serán
necesarios intérpretes”, y los periodistas son los profesionales mejor
preparados para las labores de selección, análisis, contextualización e
interpretación de la información.
Aún a sabiendas
de que la situación laboral es “muy mala”, los periodistas son “un colectivo
preocupado por su trabajo, con un grado de actualización de conocimientos alto”
y del que se reconoce su labor en la sociedad, por lo que “el mejor oficio del
mundo, como lo llamó Gabriel García Márquez, aún tiene mucho recorrido”.
Palacio coincide
en su vaticinio sobre el futuro de la profesión con Carmen del Riego, presidenta de la
APM, quien también presentó el Informe junto con Marisa Ciriza y David Corral, vicepresidenta para
Asuntos Profesionales y presidente de la Comisión de Publicaciones de la APM,
respectivamente. Del Riego reconoció que este es “otro año negro para la
profesión” y que la situación laboral no tiene visos de mejorar pronto, pero
lanzó otro mensaje positivo: cuando pase esta crisis económica y la crisis
estructural, “el periodismo seguirá muy vivo”.
COLECTIVOS
TRAS LA DENOMINACIÓN DE “PERIODISTA”
Junto al rol
tradicional de comunicadores e investigadores de la actualidad, han ido
surgiendo otros itinerarios laborales en los que las habilidades profesionales
de los periodistas son, asimismo, útiles: el principal es el de la comunicación
empresarial o institucional. Por ese motivo, en la encuesta sobre la que se
apoya este Informe se decidió estudiar de forma individualizada los diferentes
colectivos que existen tras la amplia denominación de “periodista”.
La importancia
que han ido adquiriendo los profesionales de la comunicación corporativa dentro
del colectivo periodístico queda reflejada en el hecho de que entre los que
trabajan por cuenta ajena, ya sea como periodistas o como personal de los
departamentos de comunicación de las empresas, el reparto entre ambos grupos
sería actualmente del 59 % y el 41 %, respectivamente. Casi la mitad de los que
trabajan en comunicación lo hacen desde hace menos de cinco años.
Se estudia
también el considerable peso que va adquiriendo dentro de la profesión el grupo
de los autónomos, un 13 % de los periodistas encuestados. También se ha
investigado a los parados y a los jóvenes que buscan su primer empleo.
La parte central
del “Informe Anual de la Profesión Periodística 2012” se basa en una encuesta
contestada por unos 2.400 periodistas pertenecientes a las organizaciones de la
Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) y del Colegio de
Periodistas de Cataluña (CPC).
PROCESO
DE DIGITALIZACIÓN
La industria de
los medios de comunicación se ha ido digitalizando progresivamente a lo largo
de las últimas décadas. Este proceso comenzó modificando los procesos
industriales, la pre-impresión y la transmisión de los materiales (textos y
fotografías). Era solo cuestión de tiempo que la digitalización terminara por
llegar a la fase en que las audiencias establecen contacto con los medios y, al
final, llegó, dando comienzo al proceso de transición de los medios desde el
mundo analógico al digital.
Esa transición
está provocando consecuencias en los cometidos que desarrollan los periodistas:
los que trabajan exclusivamente en soportes digitales representan ya un 22 %
del total, aunque todavía son mayoría quienes desempeñan su trabajo en medios
convencionales.
La transición a
los medios digitales se produce a mayor ritmo en el caso de los medios impresos
que en el caso de los medios audiovisuales. Eso muestra al menos el número de
periodistas que dentro de sus compañías trabaja indistintamente en los soportes
convencionales y en los digitales: el 22,9 % en los diarios, el 11,6 % en la
televisión, y el 8,2 % en la radio.
RUPTURA
DEL EQUILIBRIO ENTRE GENERACIONES Y FALTA DE ESPECIALIZACIÓN
Los datos
aportados por los periodistas a través de la encuesta permiten constatar la
falta de renovación y el debilitamiento que están experimentando las
redacciones y los medios españoles. Pese a las constantes reducciones de
empleo, el porcentaje de los periodistas que declara haberse incorporado a su
trabajo a lo largo del último año no llega al 10 %, y es sintomático que el
mayor porcentaje de periodistas en activo lleve más de 15 años vinculado a la
empresa en la que trabaja. Si las empresas precisan, en términos generales,
mantener un equilibrio en sus plantillas entre generaciones experimentadas y
nuevos profesionales, los datos indican que en la industria de los medios ese
equilibrio no se está produciendo.
Por otro lado, se
constata la persistencia de la falta de especialización en el trabajo de los
periodistas españoles. Más de la mitad de los encuestados (52,7 %) declaró que
reparte su trabajo entre diferentes secciones, mientras que el porcentaje de
periodistas especializados es del 47,3 %. Esta realidad se acentúa si se tiene
en cuenta el sexo, con una mayor especialización de los periodistas varones
(49,9 %) que entre las mujeres (44,8 %).
LOS
AUTÓNOMOS
La proliferación
del trabajo autónomo es tanto producto de la crisis y de los cambios organizativos
de las compañías de medios (una mayor subcontratación) como del propio
desarrollo empresarial de nuestro país, que genera oportunidades de trabajo
para entidades de menor dimensión. Así, junto al autónomo “obligado” por la
compañía, que condiciona la subcontratación a tener esa condición, se
encuentran otros muchos que ponen en marcha proyectos de nuevo cuño, basados en
pequeños equipos de trabajo, los denominados “emprendedores”.
El 13 % de los
que contestaron la encuesta trabajan como autónomos, casi la mitad de los
cuales adquirió esa condición en el último lustro, y un 66,4 % de ellos declara
haberse hecho autónomo obligado por las circunstancias.
La figura de
autónomo más habitual es el autónomo colaborador de varias empresas (49,7 %).
Los que declaran
tener un medio propio alcanzan el 15,1 % de los autónomos, si se les suman los
que tienen un medio o más en compañía de otros (7,7 %), el porcentaje alcanza
el 22,8 % de los periodistas autónomos.
PARADOS
Y JÓVENES A LA BÚSQUEDA DEL PRIMER EMPLEO
La mayor parte de
los parados encuestados son profesionales que han perdido su
empleo en empresas periodísticas (67,5 %) y en menor medida (18 %),
profesionales que trabajan en comunicación corporativa. A esto no es ajena la
especial virulencia de la crisis económica en el sector de los medios de
comunicación. Entre los encuestados, el 47,5 % está parado desde hace menos de
un año, pero es significativo que un 25% lleve en paro más de tres años.
La dureza de la
crisis que vive el sector también afecta a los jóvenes periodistas que buscan
su primer empleo. La mitad de ellos (50,7 %) lleva entre 1 y 2 años buscando su
primera oportunidad, mientras que el 12,3 % lleva entre 2 y 4 años. Se trata de
un colectivo que observa el futuro con gran realismo, y por ello algo más del
60 % considera que será muy difícil encontrar trabajo. Mientras esa oportunidad
llega, más del 40 % ha optado por seguir mejorando su perfil profesional y
realizan cursos de posgrado y de idiomas.
LAS
CONDICIONES LABORALES
En términos
generales, puede afirmarse que para los trabajadores por cuenta ajena la
diferencia entre trabajar como periodista y hacerlo como profesional de la
comunicación corporativa es muy pequeña a nivel salarial. En ambos casos, el
grueso del colectivo percibe entre 1.000 y 2.000 euros mensuales (el 46,8 % de
los periodistas, y el 50,3 % de los profesionales de la comunicación). En el
caso de las retribuciones más altas, los periodistas salen ligeramente mejor
parados.
Los profesionales
autónomos, sin embargo, tienen un nivel retributivo inferior. Arrojan
porcentajes muy parecidos quienes perciben menos de 1.000 euros mensuales y los
que se encuentran entre 1.000 y 2.000 euros (31,5 % y 33,6 %, respectivamente).
Por lo que se
refiere a las condiciones de contratación, el porcentaje de trabajadores con
contrato indefinido es del 80,1 % en el colectivo de los periodistas y del 63,5
% en el de los que trabajan en comunicación corporativa. Una explicación a esta
diferencia podría encontrarse en la mayor tradición del trabajo periodístico,
muchos de cuyos empleos proceden de unos años en los que el contrato indefinido
era más habitual.
Interrogados
acerca del grado de satisfacción respecto a su trabajo, entre los tres
colectivos en activo –periodistas, profesionales de la comunicación y
autónomos–, las diferencias son pequeñas, si bien resulta significativo que sea
entre los autónomos donde se encuentra el porcentaje mayor de satisfechos, con
el 59,4 %, frente al 53,1 % de periodistas que están satisfechos con su trabajo
y el 58,4 % de los profesionales de la comunicación.
No obstante,
cuando se pregunta acerca del grado de satisfacción con las condiciones
laborales, hay un mayor porcentaje de satisfechos entre quienes trabajan en
comunicación corporativa (52,4 %) que entre los periodistas (35,3 %).
EL PARO
REGISTRADO
La primera y
principal dificultad a la hora de establecer en sus justos términos cómo está
afectando la crisis actual a la profesión periodística nace de la imposibilidad
de saber con una cierta precisión cuántos periodistas hay en nuestro país,
debido a la inexistencia de censos actualizados de los medios en
funcionamiento. En una estimación realizada en septiembre de 2011, el profesor
Bernardo Díaz Nosty calculaba, a partir de datos del SEPE (Servicio Público de
Empleo), el número de periodistas ocupados en los medios entre 20.500 y 24.600
en toda España.
El endurecimiento
de la crisis que viven los medios actualmente se ha traducido en un proceso de
destrucción de empleo que parece no tener fin. A este respecto, las cifras
facilitadas por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social (MESS) son
concluyentes, aunque los datos deben observarse con suma atención, ya que las
cifras del paro registrado como las de demandantes de empleo recogen, en el
apartado Periodistas, a aquellos que efectivamente lo son y a quienes pueden
serlo. No hay que olvidar que, hasta 2011, el número de licenciados en
Periodismo ascendía a 74.923, aunque, evidentemente, solo una parte de ellos se
dedicaban laboralmente a esta actividad.
Teniendo en
cuenta las anteriores consideraciones, y según la información del MESS, el paro
registrado en el colectivo de periodistas alcanzó, en septiembre de 2012, las
27.443 personas, triplicando prácticamente la cifra del mismo mes del año
anterior, cuando se contabilizaron 9.937. El paro entre las mujeres (64 %) casi
duplica al de los hombres (36 %). Esta cifra del paro registrado “bruta”, sin
embargo, queda matizada cuando se consideran también los denominados parados
registrados “en primera opción” (buscan trabajo de periodista en primera
opción), concepto que se acerca más al de periodista en ejercicio: 10.459 en septiembre,
un 22,8 % más que en el mismo mes de 2011.
El 56 % del paro
registrado de periodistas se concentra en Madrid, Andalucía y Cataluña.
Destacan los aumentos del paro periodístico registrados en Asturias (259 %),
Comunidad Valenciana (245 %) y Galicia (232 %); frente a Navarra (82 % de
incremento del paro), País Vasco (111 %) y Cantabria (123 %).
PRINCIPALES
PROBLEMAS DE LA PROFESIÓN
El aumento del
paro y la precariedad laboral se sitúa, por primera vez, como el principal
problema de la profesión, y lo es para el 51,4 % de los periodistas
encuestados. Les siguen en orden de importancia: la mala retribución del
trabajo periodístico (12,3 %), la falta de independencia política y económica
de los medios (11,4%), la falta de rigor y neutralidad en el ejercicio
profesional (7,1 %) y la carga de trabajo y falta de tiempo para elaborar la
información (5,8 %).
Respecto a cómo
afecta la crisis a su trabajo, el 70,7 % de los encuestados contesta que
“dispongo de menos medios económicos para mi trabajo”; el 65 %, que “me produce
inestabilidad, inseguridad”; el 57,8 %, que “tengo que realizar más funciones
que antes”; el 52,5 %, que “eliminaron colaboradores”, y el 42,5 %, que “tengo
menos tiempo para realizar mi trabajo”.
El 91 % de los
encuestados que trabajan en medios piensa que la actual crisis económica le
está afectando al normal desarrollo de su trabajo de periodista. El 67,8 % de los
periodistas y el 58,1 % de los profesionales de la comunicación corporativa
declaran que durante los últimos cuatro años ha habido reducción general de
salarios en la empresa donde trabaja.
El 32,2 % de los
periodistas y el 11,1 % de los profesionales de la comunicación declaran que en
su empresa, en los últimos cuatro años, ha habido un Expediente de Regulación
de Empleo (ERE) con extinción de contratos; el 10 % y 3,1 %, respectivamente,
que ha habido un ERE temporal, y el 6,4 % y 2,1 %, que ambos.
FORMACIÓN
PROFESIONAL
En el curso
2011-2012, el número de matriculaciones en Periodismo, Comunicación Audiovisual
y Publicidad y Relaciones Públicas superó los 51.000 alumnos, de los que casi
19.000 correspondieron a Periodismo. Una parte de estos 19.000 estudiantes se
incorporará a los 74.923 licenciados en Periodismo que salieron de las
facultades universitarias entre 1976 y 2011, aunque solo una parte de ellos
trabaje en los medios.
En 2011 se
licenciaron 2.640 nuevos periodistas y en Comunicación Audiovisual, que también
aporta profesionales al periodismo, se licenciaron 2.107 personas. Junto al
funcionamiento –o mal funcionamiento- del sistema de enseñanza reglado, cabe
destacar el alto grado de actualización profesional entre los trabajadores de
la información, como muestra el que el 80,5 % de los encuestados haya realizado
cursos después de concluir sus estudios profesionales. Esto parece indicar que
nos hallamos ante un colectivo en el que se han impuesto las tesis que
defienden que la formación es un proceso que se desarrolla a lo largo de toda
la vida profesional como consecuencia de los cambios permanentes que el avance
tecnológico impone al mercado en general y a la comunicación, en particular.
No es baladí que
un 81,7 % de los encuestados se haya pagado de su bolsillo algunos de esos
cursos de actualización, frente a un 33,7 % de profesionales que mencionan que
la empresa en la que trabajan les ha pagado cursos. Los porcentajes de
profesionales que los han realizado son más altos en el caso de las mujeres y
en el de los jóvenes.
PLANTEAMIENTOS ANTE EL NUEVO ESCENARIO DIGITAL
La expansión de
internet es, quizás, el cambio más importante entre los experimentados en los
últimos 20 años en los medios de comunicación; y esa expansión está alumbrando
tanto nuevas versiones de los medios tradicionales, como nuevas herramientas,
y, por qué no, nuevos medios de comunicación.
A este respecto,
los periodistas encuestados no albergan dudas sobre el carácter de aquellos
soportes que representan una renovación de los medios tradicionales. El 97,2 %
califica de medio periodístico los diarios digitales, y el 88,4 % lo hace de
los soportes en la web de los medios convencionales.
Sin
embargo, cuando se les interroga sobre otros modelos, como los blogs, los
portales o las plataformas de “microblogging”, el consenso desaparece. Los
blogs solo reciben la calificación de ser medios periodísticos por un 34,9 % de
los encuestados; los portales, por un 17 %, y las plataformas de
“microblogging”, por un 16 % de los encuestados.
Sí existe un
acuerdo bastante amplio al considerar que Internet fortalecerá a la profesión
periodística, consideración respaldada por el 62,5 % de los encuestados; este
respaldo se acentúa entre los periodistas más jóvenes (67 % de los menores de
30 años).
Pero este
respaldo no está exento de crítica: entre el 80 % y el 90 % de los periodistas
encuestados sostiene que Internet “permite que se confunda la opinión con la
información”, que “es más manipulable que otros medios” y que “se da demasiado
crédito al rumor; hay poca exigencia de calidad en la información”.
Casi dos tercios
de los periodistas encuestados para esta Informe respalda que la información en
Internet debe ser de pago; pero hay que destacar que un nada desdeñable 35,5%
de los encuestados se manifiesta a favor de la gratuidad de la información.
La percepción
general de los periodistas es que, en los próximos años, los medios
principales, sobre todo los impresos, cambiarán sustancialmente. El 71,1 % cree
que se modificarán sustancialmente los diarios impresos y el 59,6 % cree que lo
mismo les ocurrirá a las revistas de venta en quiosco. Por el contrario, el
62,7 % de los encuestados piensa que mantendrán sus características actuales
las radios generalistas y el 51,2 % cree lo mismo de las televisiones
generalistas.
OPINIÓN
ACERCA DE LAS ORGANIZACIONES PROFESIONALES Y SINDICALES
Solo la
prestación de servicios de las organizaciones profesionales de periodistas
(asociaciones de la prensa y colegios) obtiene un aprobado (5,08 de nota media)
en la consideración del colectivo periodístico. El tratamiento de
las cuestiones profesionales que hacen estas organizaciones recibe solo un 4,53
de nota media, y las negociaciones sindicales de convenios, ERE o condiciones
laborales, reciben un 3,16 de nota media por parte de los periodistas
encuestados.
Un 97,4 % de los
encuestados cree que las organizaciones profesionales deben asumir un papel más
activo en defensa de las condiciones laborales de los periodistas, y un 85,4 %
considera que las organizaciones profesionales deben participar incluso en los
comités de empresa para negociar los convenios colectivos y las condiciones
laborales.
DESTRUCCIÓN
DE EMPLEO EN LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN DE ESPAÑA (2008-2012)
Resulta difícil,
si no imposible, ofrecer una cifra del número de periodistas que han perdido su
empleo desde que comenzó la crisis por un cúmulo de razones. Primero: dónde se
sitúa el comienzo de la crisis, ¿en 2007?, ¿en 2008?; antes de esas fechas ya
se habían realizado importantes regulaciones de empleo (RTVE, por ejemplo, en 2006).
Además,
establecer el número de periodistas que han perdido su empleo es casi imposible
porque las informaciones que van trascendiendo son muy fragmentadas, hay
reducciones de empleo o cierres de medios que pasan inadvertidas y, además,
cuando se conocen, la cifra que aflora es la del total de trabajadores que
pierde su empleo, y no solo la de los periodistas. Por todo ello, empieza a ser
más preciso referirse a la pérdida de empleo en el sector de los medios y no a
pérdidas de empleos periodísticos.
Teniendo en
cuenta todo lo anterior, la destrucción de empleo ya consumada, desde mediados
de 2008 hasta principios de noviembre de 2012, alcanza a 6.393 puestos de
trabajo. Si se añaden los 2.990 empleos que se perderán con toda probabilidad
cuando culminen las negociaciones de los ERE y recortes en marcha, se
alcanzará, presumiblemente, la cifra de 9.383 puestos de trabajo destruidos en
los medios españoles desde mediados de 2008.
Por tipo de
medio, esos 6.393 puestos ya desaparecidos se desglosan como sigue: diarios de
pago, 1.805 empleos destruidos; televisiones, 1.399; revistas, 1.090;
periódicos gratuitos (diarios y de otra periodicidad), 553; radios, 304;
digitales, 236; agencias, 186, y aéreas corporativas de los grupos de
comunicación y otros, 820 puestos de trabajo desaparecidos.
Entre 2008 y
principios de noviembre de 2012 han cerrado, como mínimo, 197 medios de
comunicación: 22 diarios, 132 revistas, 20 televisiones de todos los ámbitos, 4
radios, 10 gratuitos, 7 digitales, y dos agencias.
LA
INDUSTRIA DE LOS MEDIOS
El sector vive
años duros. En el ejercicio de 2011, el último del que se dispone información
completa, la facturación agregada de los medios (diarios, televisiones, radios
y revistas de quiosco) se redujo un 7 %, hasta los 6.558 millones de euros. Los
datos del primer semestre de 2012 apuntan a que el ejercicio en curso podría
ser todavía peor. Las televisiones y los diarios representaron el 85 % de la
caída de los ingresos del sector en 2011.
Entre 2007 y
2011, es decir, entre el último ejercicio teóricamente bueno y el presente, la
facturación agregada de las televisiones, los diarios, las revistas y las
radios se redujo un 26 % al pasar de los 8.886 millones hasta los actuales
6.558 millones de euros.
La inversión
publicitaria total ha caído un 38 % en el periodo 2007-2011. Y entre 2007 y
2012, la publicidad institucional se ha rebajado un 63 %. En cinco años
(2007-2011), se ha dejado de vender en los quioscos casi uno de cada cuatro
ejemplares de diarios de pago (-23 %) y la circulación de la prensa gratuita se
ha reducido a la tercera parte (-66 %).
Los ingresos de
los grupos de comunicación en España han descendido de forma importante en el
periodo 2007-2011: Prisa, -26 %; Antena 3, -21 %; Telecinco-Mediaset. -7 %;
Vocento, -25%; Unedisa, -20%; Godó, -28 %, y Zeta, -37 %.
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