las encuestas que nada definen
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| Encuesta elecciones México 2012. Fuente: www.adnpolitico.com |
Resulta muy importante establecer la interpretación de las encuestas para la próxima elección presidencial del 1 de julio. Si bien es cierto que en todas las mediciones el priísta Enrique Peña Nieto encabeza las preferencias, las casas encuestadoras son variantes en las diferencias.
Mientras que la encuesta publicada por Consulta Mitofsky de @RoyCampos pone a Peña al menos con 19 puntos de diferencia, la encuesta de Grupo Reforma, en su medición de marzo, ubica al priísta con una ventaja de 13 puntos. 6 puntos, que si bien es cierto no dejan duda del avance de Peña, hablan de diferencias en el ánimo del elector al momento de la medición.
El dato que además llama la atención, es el alto nivel de indecisos (término aplicado para los votantes que no han decidido su intención de acudir a votar, ni saben a qué candidato apoyarán), quienes registran en promedio 34.1% y que, al final cuentas, podrían ser la diferencia para que Peña se consolide como un Presidente con "mayoría calificada" o tanto Josefina Vázquez Mota (PAN-candidata del gobierno en turno) o Andrés Manuel López Obrador (PRD-PT-MC izquierda) puedan llevar la elección al campo de los tercios, o que alguno de los dos vire hacia una competencia de dos.
Poco más de 78 millones de mexicanos tendremos derecho al voto. Si proyectamos una participación del 58% (la misma de 2006), el 1 de julio acudiremos poco más de 45 millones de mexicanos a las urnas. Partiendo de estos datos y tomando en consideración el alto índice de indecisos e independientes, puedo asegurar que tendremos una elección de altísima competencia.
Por eso, los candidatos y sus estrategas tendrán que dirigir sus baterías hacia ese gran sector de indecisos, mismos que podemos catalogar como "indignados", "decepcionados", "incrédulos" y convencerlos con Propuestas y Proyectos.
Al parecer, es la estrategia del candidato Peña Nieto, quien capitalizando su ventaja, ha optado desde hace muchos meses por mantener una posición respetuosa hacia el gobierno federal y el Presidente Calderón. Ha sido un candidato muy aprobado por adoptar un discurso de compromisos y hechos, lo que en el ánimo del elector genera confianza y adhesión al proyecto.
Para el caso de Josefina Vázquez Mota, considero tres factores en su favor. El primero lo basaría en que es la candidata del partido en el gobierno. El gobierno es el primer interesado en garantizar el triunfo para su candidata. El segundo factor es que logró ser la candidata del PAN, sin ser la favorita del Presidente Calderón, lo que la acerca al elector independiente y al elector que ha simpatizado esporádicamente con el PAN, pero que ha tenido un alejamiento por las políticas de Calderón. El mensaje propicio que el elector está recibiendo es "soy del PAN pero no del de Calderón", de ahí que centre su slogan de campaña en “Josefina Diferente”. Y el tercer factor es el de género. Considerando que las mujeres representan casi el 52% de los enlistados en el Padrón Electoral, podría generar simpatías de este amplio sector si, y solo si, logra transmitir un mensaje que se traduzca en un caudal de votos femeninos.
Para Andrés Manuel López Obrador, aunque considero que su estrategia ha sido mucho más inteligente que la de 2006, aún conserva un alto índice de negativos (32%) contra positivos (24%), situación que veo difícil de revertir en los próximos 90 días. Sin embargo, creo que su flexibilidad en el discurso hacia los empresarios, y el acercamiento de algunos intelectuales, así como una aparente reconciliación con Marcelo Ebrard y el histórico Cuauhtémoc Cárdenas, le darían a AMLO la posibilidad de recuperar alguna parte de los adeptos de 2006 y generar niveles interesantes de competencia.
Mientras que la encuesta publicada por Consulta Mitofsky de @RoyCampos pone a Peña al menos con 19 puntos de diferencia, la encuesta de Grupo Reforma, en su medición de marzo, ubica al priísta con una ventaja de 13 puntos. 6 puntos, que si bien es cierto no dejan duda del avance de Peña, hablan de diferencias en el ánimo del elector al momento de la medición.
El dato que además llama la atención, es el alto nivel de indecisos (término aplicado para los votantes que no han decidido su intención de acudir a votar, ni saben a qué candidato apoyarán), quienes registran en promedio 34.1% y que, al final cuentas, podrían ser la diferencia para que Peña se consolide como un Presidente con "mayoría calificada" o tanto Josefina Vázquez Mota (PAN-candidata del gobierno en turno) o Andrés Manuel López Obrador (PRD-PT-MC izquierda) puedan llevar la elección al campo de los tercios, o que alguno de los dos vire hacia una competencia de dos.
Poco más de 78 millones de mexicanos tendremos derecho al voto. Si proyectamos una participación del 58% (la misma de 2006), el 1 de julio acudiremos poco más de 45 millones de mexicanos a las urnas. Partiendo de estos datos y tomando en consideración el alto índice de indecisos e independientes, puedo asegurar que tendremos una elección de altísima competencia.
Por eso, los candidatos y sus estrategas tendrán que dirigir sus baterías hacia ese gran sector de indecisos, mismos que podemos catalogar como "indignados", "decepcionados", "incrédulos" y convencerlos con Propuestas y Proyectos.
Al parecer, es la estrategia del candidato Peña Nieto, quien capitalizando su ventaja, ha optado desde hace muchos meses por mantener una posición respetuosa hacia el gobierno federal y el Presidente Calderón. Ha sido un candidato muy aprobado por adoptar un discurso de compromisos y hechos, lo que en el ánimo del elector genera confianza y adhesión al proyecto.
Para el caso de Josefina Vázquez Mota, considero tres factores en su favor. El primero lo basaría en que es la candidata del partido en el gobierno. El gobierno es el primer interesado en garantizar el triunfo para su candidata. El segundo factor es que logró ser la candidata del PAN, sin ser la favorita del Presidente Calderón, lo que la acerca al elector independiente y al elector que ha simpatizado esporádicamente con el PAN, pero que ha tenido un alejamiento por las políticas de Calderón. El mensaje propicio que el elector está recibiendo es "soy del PAN pero no del de Calderón", de ahí que centre su slogan de campaña en “Josefina Diferente”. Y el tercer factor es el de género. Considerando que las mujeres representan casi el 52% de los enlistados en el Padrón Electoral, podría generar simpatías de este amplio sector si, y solo si, logra transmitir un mensaje que se traduzca en un caudal de votos femeninos.
Para Andrés Manuel López Obrador, aunque considero que su estrategia ha sido mucho más inteligente que la de 2006, aún conserva un alto índice de negativos (32%) contra positivos (24%), situación que veo difícil de revertir en los próximos 90 días. Sin embargo, creo que su flexibilidad en el discurso hacia los empresarios, y el acercamiento de algunos intelectuales, así como una aparente reconciliación con Marcelo Ebrard y el histórico Cuauhtémoc Cárdenas, le darían a AMLO la posibilidad de recuperar alguna parte de los adeptos de 2006 y generar niveles interesantes de competencia.
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Politólogo, estratega electoral y director general de la consultoría CESM CS. Contacto: @LuisMSantibanez
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