sábado, 29 de mayo de 2010

En el silencio de las aulas...


"Papel y boli en mano para improvisar con rapidez las refutaciones que aplaquen los ataques verbales del contrario. A favor y en contra, sin saber qué posición defenderán hasta cinco minutos antes del comienzo del debate, cuatro equipos de alumnos del Grado de Maestro de la Universidad Pública de Navarra hicieron su última intervención en el Parlamento foral durante la final de la Liga de Debate". Es la entradilla de una noticia que publicó el Diario de Navarra el 19 de mayo. Echo de menos más iniciativas de este tipo en nuestro sistema educativo. No parece nuestro, sino de los americanos. Eso de que los jóvenes debatan en el colegio, el instituto o la universidad no va con nosotros, pero cometemos un error que nos priva de mejores oradores.

Hace unos días acabé el libro '¿Por qué los españoles comunicamos tan mal?' del periodista y doctor en Sociología Manuel Campo Vidal. Esta obra nos habla, entre otros temas, de la necesidad de dar un giro en la enseñanza para que los alumnos también abran la boca en las aulas y no se comporten como meros receptores. Y es que, en España, con demasiada frecuencia, imponemos el monólogo a la conversación y levantamos la voz para tapar al otro. Hablar mucho, no es comunicar bien. Son realidades distintas e, incluso, pueden llegar a ser enemigas.

El modelo del profesor parlanchín está obsoleto, los estudiantes deben opinar y debatir pero han de hacerlo respetando dos reglas fundamentales: pensar antes de hablar y prestar atención al interlocutor. En España nos encanta contar nuestra historia y no seguir el hilo de lo que nos dice el otro. Lo peor es que esto se traslada a todos los ámbitos de la vida: la familia, la empresa, la política, etc.

No estaría de más que el sistema educativo generalizase actividades como la desarrollada por la Universidad Pública de Navarra u otras que tuviesen el mismo objetivo. Las aulas deben abrir la boca, entre sus paredes hay demasiado silencio.

4 comentarios:

  1. En efecto Juan Diego, todo lo que sea facilitar la comunicación desde la reflexión agiliza la mente y procura nuevas estrategias de actuación.

    Saludos,

    José Miguel Gil

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  2. Hola, José Miguel, ¿qué tal van esas sesiones de coaching? Sería muy interesante que los estudiantes conociesen la labor de los coach para usar sus herramientas y ver en esta profesión una salida profesional, pero sin intrusismo ni masificación, por supuesto :-)

    Gracias.

    Saludos.

    Juan Diego.

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  3. Me gusta el comentario. Sobre todo cuando estamos asistiendo últimamente a llamados constantes a una educación más jerarquizada, más autoritaria y más centrada en los contenidos obsoletos de los libros de textos. Poca expresión y mucha repetición, si es que al menos esto son capaces de lograr los maestros en las aulas. Difícilmente vamos a formar ciudadanos participativos y activos, si les estamos formando en el silencio, el esfuerzo vacio y la disciplina impuesta.

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  4. Creo que en muchos sectores de la sociedad aún no valoramos la comunicación, es más, no sabemos qué es la comunicación, la confundimos con la información o con el debate crispado. Un buen ejemplo de ello son los medios de comunicación, que actúan más como medios de difusión (los ciudadanos están demasiado al margen, son meros receptores). En las aulas, muchas veces, ocurre lo mismo.

    Muchas gracias Nacho por seguirnos, es un honor contar con tus comentarios.

    Juan Diego.

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