Juan Diego Sánchez. La entrevista que os presento hoy tiene para mí un valor muy especial. Recoge problemas y retos importantísimos para los periodistas y para la calidad de nuestro sistema democrático que son tratados por una voz autorizada: la presidenta de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España, Elsa González Díaz. Leed la entrevista con detenimiento porque encierra las claves de una profesión que, para muchos, es el cuarto poder: el periodismo. Estos días intentaré buscar a un empresario del sector que se preste a abordar con nosotros estos temas, ¿tendré suerte?
Juan Diego: ¿Qué papel tienen las asociaciones de periodistas?
Elsa: Las asociaciones de periodistas defienden los derechos de los profesionales de la información. Actúan de interlocutores con los poderes políticos y económicos en pro de la mejora de las condiciones profesionales y laborales de los periodistas y del periodismo español en general. Ofrecen además una serie de servicios de formación, asesoría y otras cuestiones comerciales (descuentos en productos habituales en el ejercicio periodístico) a sus asociados. La FAPE está constituida por 48 asociaciones federadas y 13 vinculadas o sectoriales, que en su conjunto representan a más de 20.000 asociados. Todas ellas velan por el buen periodismo, ejercido en condiciones óptimas.
JD.: ¿Está siendo la crisis especialmente cruel con el gremio?
Elsa: Somos uno de los colectivos profesionales más afectados. El número de periodistas inscritos en las listas del Servicio Estatal de Empleo, se ha duplicado en los últimos dos años hasta alcanzar los 6.000 profesionales. Mi predecesora, Magis Iglesias, fundó en noviembre de 2008, el Observatorio de la Crisis en los Medios, que desde entonces ha registrado la pérdida de 3.434 puestos de trabajo periodísticos. El cierre de medios de comunicación es una constante. Esta misma semana, la dirección de la agencia Colpisa amenazó con la extinción de la agencia, perteneciente al grupo Vocento, si los trabajadores no se avenían a una rebaja salarial del 10% y la pérdida de derechos sociales. No es el caso de Colpisa, que tiene 40 años de historia, pero al calor de la construcción muchos empresarios ajenos a los medios de comunicación fundaron diarios y pusieron en pie televisiones que luego abandonaron a su suerte, demostrando así desconocimiento del valor de la información periodística de calidad para la ciudadanía, valedora del derecho a informar y a recibir información que recoge el artículo 20 de nuestra Constitución. Un medio de comunicación no es una fábrica cualquiera. La ambición por obtener beneficios a corto plazo cavó la tumba de aquellos que no supieron entenderlo. En España llegaron a convivir más de 140 cabeceras sin que hubiera nicho para ellas. Esos pseudos empresarios de los medios no son conscientes de la herida que dejaron por no haber actuado con limpieza.
JD.: La precariedad laboral que sufren los periodistas no es nueva, ¿existe resignación en el colectivo?
Elsa: Lo señalé hace muy poco en la conferencia que dicté en el curso ‘Las convergencias comunicativas en la televisión’ de la Universidad del Mar en Murcia y muy recientemente hemos emitido un comunicado y enviado una carta a la Inspección de Trabajo llamando la atención sobre este tema. No nos resignamos, no, aunque muchos puedan creer que hay que tragar casi con todo al principio para poder aspirar a un futuro en esta profesión tan vocacional. En Murcia, denuncié que la precariedad se ha instalado en las redacciones, como un inquilino más y eso a fuerza de que los empresarios persiguen el equilibrio económico que no tienen a costa de los derechos laborales y profesionales de los periodistas. Es imposible conciliar, el término racionalización de horarios es un término ajeno a los medios con jornadas que se prolongan hasta el infinito y los salarios medios de esta profesión no pueden recibir otro calificativo que el de indignos. Los empresarios deberían ser conscientes de que, con condiciones como estas, redacciones reducidas al chasis y sobrecargas de tareas, el periodismo se resiente. Debemos recordarles su compromiso con el empleo periodístico de calidad, porque ese es también su compromiso con la ciudadanía, a la que la Constitución hace valedora de nuestro derecho a informar.
Por otro lado, nos preocupa la situación de los becarios que hacen prácticas en los medios de comunicación. Hemos remitido una carta a la Inspección de Trabajo mostrándole nuestra inquietud respecto de las condiciones en que se desarrolla este periodo de aprendizaje. También hemos requerido a los empresarios de los medios mejoras cualitativas en las circunstancias en que se desarrollan los periodos de prácticas, muchas veces irregularmente aprovechados para cubrir puestos de trabajo estructurales durante las vacaciones de parte de la plantilla. La precariedad es uno de los mayores enemigos de nuestra independencia y los jóvenes profesionales quienes peor pago reciben por su trabajo. Durante el periodo de prácticas profesionales muchas veces asumen responsabilidades fuera de su competencia, en jornadas innecesariamente prolongadas o a cambio de indignas contraprestaciones económicas. La crisis ha degradado aun más estas condiciones. Este verano, muchas secciones de medios de comunicación españoles quedaron a cargo de becarios.
JD.: ¿Es un problema menor el intrusismo laboral?
Elsa: El intrusismo laboral es un problema mayor. Soy partidaria de la titulación, y ambiciosa. La FAPE fija un exquisito criterio de admisión. Bien por la vía de la titulación en Periodismo o Comunicación o bien por la vía de la experiencia laboral demostrable. Una Comisión de Garantías se encarga de evaluar los expedientes dudosos para que todos los que conformemos esta casa seamos realmente periodistas. El intrusismo laboral no es sólo una cuestión laboral, también genera confusión en la sociedad. Belén Esteban ha llegado a calificarse de periodista. Con eso lo digo todo.
JD.: ¿Está la prensa escrita preparada para afrontar el desafío de los servicios que ofrece Internet?
Elsa: Lo está y los periodistas también debemos estarlo. No debemos perder ese tren, que es el futuro. Continuamente insisto en mirar a Internet como fuente de oportunidades laborales. La FAPE, en colaboración con la consultora Editrain, pondrá en marcha a finales del próximo mes de octubre la primera plataforma online de formación de periodistas en español. La mayoría de los cursos están dirigidos a formarnos en el universo digital de la información. El problema no es el soporte. Rigor y calidad son los dos primeros apellidos del periodismo, se presente donde se presente, en papel, web, pantalla u ondas hertzianas. Otra cosa es que los editores estén siendo conscientes de que deben adaptarse liderando proyectos creativos y económicamente viables. Pero el periodismo está preparado, de eso no hay duda.
JD.: ¿Percibe un excesivo posicionamiento ideológico de los medios?
Elsa: Los medios de comunicación españoles ostentan una línea editorial excesivamente política y eso no es bueno, porque en ocasiones contribuye a radicalizar el mensaje.
JD.: ¿Está afectando a la objetividad de los medios la creciente dependencia de las fuentes de financiación?
Elsa: Siempre ha sido así, pero no debemos olvidar que nuestro compromiso es con los lectores y audiencia, no con el banco o el supermercado que invierte tal cantidad de euros mensuales en una página de publicidad o en una cuña radiofónica.
JD.: ¿La actualidad política es tan conflictiva como la pintan los medios o abusan del enfoque polémico de la realidad?
Elsa: El periodista se limita a describir lo que ocurre y debe hacerlo con profesionalidad. Es decir, con verdad, contextualizando, jerarquizando la información, con criterio, consultando e investigando fuentes y, siempre, actuando en conciencia. El buen periodismo va mas allá de la verdad desnuda. Eso es información.
En ocasiones, los periodistas se ven arrastrados a no seguir pautas demasiado éticas, en un mercado tan complicado por el paro y la precariedad. Y muchos medios secundan intereses y ofrecen la realidad en tonos de parcialidad y controversia.
Los políticos aportan su ración de culpa al no favorecer, en ocasiones, la transparencia informativa, por ejemplo, rechazando las preguntas en sus comparecencias ante la prensa. Lo que está claro, sin embargo, es que la grave crisis económica domina la actualidad, con la consiguiente conflictividad y polémica, que a nadie se le escapa en una democracia donde el poder político tiene que rendir cuentas a los ciudadanos.
JD.: ¿Qué capacidad otorga a los medios para establecer la agenda de temas que preocupan a los ciudadanos?
Elsa: La capacidad de influencia de los medios sobre la sociedad debería ser mayor. Hemos perdido credibilidad y eso nos aleja del ciudadano. Tampoco ayudamos así a reforzar y mantener la libertad y la democracia. Hacemos un periodismo light y banal, en muchas ocasiones, y poco contrastado o repicando las notas de prensa, sin más. Y solo el rigor y el buen periodismo generan imagen y prestigio de los medios de comunicación y, por lo tanto, crédito social.
JD.: ¿Ve necesario apostar por lo que se dio en llamar hace décadas Periodismo Cívico? ¿Cómo lo hacemos?
Elsa: No creo en la existencia del llamado periodismo ciudadano. Los ciudadanos proporcionan información, no hacen periodismo. Me niego a denominar noticia a informaciones colgadas en la Red que no aplican los principios periodísticos del contraste de fuentes y contextualización. La maraña de información que circula por Internet nos hace más necesarios que nunca. Con motivo del Día Internacional de la Libertad de Prensa el pasado 3 de mayo, el manifiesto emitido por la FAPE decía que el periodismo es un servicio público. Ahí reside nuestra responsabilidad.
Me quedo con esta frase: "Rigor y calidad son los dos primeros apellidos del periodismo". No importa el soporte donde este se desarrolle.
ResponderEliminarMuy buena elección.
ResponderEliminarGracias.
Saludos.
Juan Diego.
Enhorabuena J.D. no conocía a esta mujer. Muy interesante tu entrevista....como siempre, aprendo cosas. Saludos cordiales.
ResponderEliminarHola Juan Diego!! Lo de servicio público debe estar escrito en mayúsculas tanto en el periodismo como en la política, o al menos eso creo yo, Estaré en lo cierto?? je je....... Un abrazo.
ResponderEliminarEfectivamente, SERVICIO PÚBLICO debe ir muy, muy grande, es fundamental, es el eje sobre el que deben girar los medios y la política.
ResponderEliminarGracias a todos por participar.
Saludos.
Juan Diego.
Creo que sería una buena opción que entrevistaras a Magis Iglesias para que nos ofreciera su punto de vista. Yo tuve la oportunidad de escucharla en un congreso y la verdad es que merece la pena escucharla.
ResponderEliminarGracias.
Efectivamente, Magis nos puede ofrecer una opinión muy sólida e interesante, no en vano, creo que también fue presidenta de la FAPE.
ResponderEliminarGracias por participar.
Saludos.
Juan Diego.