domingo, 26 de septiembre de 2010

Todos a La Noria


Ya han probado el nuevo registro 'rosa' políticos de primera fila como Mariano Rajoy, José Blanco, Tomás Gómez o Trinidad Jiménez. Todo sea por la audiencia. El vicesecretario general de los socialistas lo resumió muy bien en su inesperada intervención en La Noria (15 de mayo), uno de los programas que presenta el periodista Jordi González en Telecinco: "Yo tengo una máxima, el político tiene que ir donde está la gente y no al revés". De esta forma, José Blanco defendía su discutida participación en esta entrevista, en la que habló, entre otros temas, de las medidas de ajuste impulsadas por el Gobierno en medio de una gran polvareda mediática. El líder socialista cosechó un share del 17%, lo que supuso cerca de dos millones de espectadores. No está nada mal.

¿Deben aprovechar los políticos programas de este estilo para vender sus mensajes? Todo depende de cómo se desarrolle el espacio y del currículum del programa. En caso de que se trate de una entrevista realizada por profesionales, no veo inconveniente alguno en asistir a la cita. Ahora bien, si, por ejemplo, el programa es un atentado contra los derechos de las mujeres, la dignidad de determinadas etnias, avasalla los principios de la deontología periodística y cosas por el estilo, entonces, el político debe hacer un ejercicio de responsabilidad y no acudir a la cita porque no se respetan unos principios mínimos de rigor y decencia.

Estas apariciones son muy comunes en otros países, como Estados Unidos, y tienen algunas ventajas:

- Lanzar el mensaje a audiencias millonarias.

- Mostrar un lado más humano y cercano del político.

- Llegar a personas (votantes) que no frecuentan contenidos políticos. Lo cual no quiere decir que todos los que ven estos programas de tinte 'rosa' no son consumidores de información política.

A la hora de afrontar una intervención en un programa de papel cuché o de variedades, es importante que el político no olvide algunos consejos importantes:

- Lleva la lección bien aprendida, como si asistieses a un espacio de entrevistas políticas.

- Muéstrate cercano y humano. ¿Cómo hacerlo? Viste de una manera más informal (pero no te pases), cuenta anécdotas o alguna historia, no plantees una intervención antiadversario, no interrumpas y sé inteligente a la hora de afrontar las 'sorpresas' propias de estos programas (no esperes una entrevista sobria).

- No confundas cercanía con dártelas de gracioso sin tener gracia. No pierdas credibilidad, sin ella no eres nada.

- Por favor, sonríe.

- Evita las frases típicas de los argumentarios que tan poco gustan al ciudadano y que tanto aburren. Ejemplo: "El partido X es el partido de la corrupción o de la crisis".

- Aprovecha para ser constructivo, aporta soluciones, pero no des una lista infinita.

- Sé realista, no huyas de los problemas, pero inyecta optimismo a tus palabras. Los mensajes positivos (pero con los pies en el suelo) calan más en la gente.

- Espérate lo inesperado: bromas, salidas de tono de los contertulios, vídeos del pasado que te sonrojarán, afiladas preguntas del público cargadas de demagogia barata, etc. No todo el mundo es capaz de afrontar con garantías de éxito esta avalancha de cañonazos.

La lista de ideas para preparar una intervención en un programa 'rosa' es más larga, pero creo que el mensaje ha quedado claro, ¿verdad? Al parecer, con la proximidad de las elecciones autonómicas y municipales las apariciones televisivas de este tipo aumentarán, todo sea por los votos. El espectáculo está servido.

2 comentarios:

  1. Estos días se habla mucho del poder que tiene Belén Esteban para empatizar con las personas y su posible papel en la política. Además, si se presentara a las elecciones sería la tercera fuerza política.¿Quiere decir esto que el mensaje político tiene que cambiar? ¿Hay que 'vulgarizar' el mensaje político? ¿Por qué este personaje conecta más con los españoles que el presidente del Gobierno?

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  2. El mensaje político debe cambiar, pero no porque una encuesta (¿cuál es su ficha técnica?) sobre Belén Esteban lo diga. La desafección ciudadana con la política es evidente y ahí sí que hay encuestas (una tras otra) que confirman este distanciamiento.

    No soy partidario de 'vulgarizar' el discurso (lo que necesitamos es que el mensaje aporte soluciones y sea más honesto). Belén Esteban cae bien a mucha gente porque tiene el coraje suficiente para decir lo que piensa (o parte de lo que piensa) y porque tiene un claro papel de víctima que alienta el favor de la gente. Habla como la gente de la calle y eso es un punto a su favor (lo cual no quiere decir que tenga razón en lo que dice ni que sus formas sean las más apropiadas). El presidente del Gobierno debe tomar decisiones y corre el riesgo de equivocarse, por tanto, siempre habrá un porcentaje de población al que no caiga bien (incluso aunque esté acertado).

    No podemos comparar a BE con ZP, es como sumar peras y manzanas. Si los políticos de este país toman como ejemplo a BE mal vamos, su trabajo es el show televisivo, nada más. Su empatía y cercanía ya están inventadas, pero en el Congreso se estila poco (o no se sabe hacer). Los políticos deben cambiar mucho pero han de fijarse en otros modelos, en el modelo de una Comunicación Política Cívica.

    Muchas gracias por participar.

    Saludos.

    Juan Diego.

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