domingo, 3 de junio de 2012

Entrevista con Carmen Beatriz Fernández, presidenta de DataStrategia Consultores (Venezuela)


“Es un error creer que 
se hace ciberpolítica por 
estar en Twitter y en Facebook”



Carmen B. Fernández.
Juan Diego Sánchez. Volvemos a Venezuela. La presidenta de DataStrategia Consultores, Carmen Beatriz Fernández, nos explica en esta entrevista la importancia que tienen en las campañas electorales las bases de datos, Facebook y Twitter y aclara que no se hace ciberpolítica por el solo hecho de estar en la redes sociales, la ciberpolítica, afirma, es mucho más que eso. 

En un año de citas clave con las urnas, Fernández ve a Capriles con opciones reales de derrotar al chavismo, le aconseja que rompa “con el modelo tradicional de campaña basado en los medios de comunicación masiva [la mayoría pro Chávez]”, y le anima a que apueste por el puerta a puerta y por las redes sociales de Internet.

Juan Diego: ¿Qué papel desempeñan las bases de datos en las campañas electorales?

Carmen B. Fernández: Dentro de la ciberpolítica el elemento que a mi juicio verdaderamente agrega valor es el de la construcción de las propias bases de datos de contacto y activismo, a través de correo-electrónico, SMS y redes sociales,  y las sepa usar. Es eso lo que permitirá, en definitiva, convertir a un simple ‘follower’ en un votante ‘real’.  Si solamente usas las nuevas herramientas para difundir información, sin usar las redes en su capacidad de articulación política, se está subutilizando enormemente la herramienta. Ese es un error frecuente: el creer que por tener una página web y una cuenta en Twitter y en Facebook se está haciendo ciberpolítica. El verdadero trabajo empieza luego, con la conformación de bases de datos y poner a trabajar esos contactos y esas redes a beneficio de la campaña.

JD.: ¿Cómo se construye una base de datos?

CBF.: La versión más simple es a partir de una lista, hecha a mano, que pasas en todas tus reuniones políticas, contentiva de nombre, teléfono celular, correo electrónico y lugar de la reunión, hojita que luego de forma disciplinada lleves a una hoja de Excel. Eso es lo que te permitirá el recontacto, tan oportuno y frecuente como sea necesario con las audiencias electorales. Una opción un poco más completa es la que ofrecemos en DataStrategia, el Politired, una plataforma que ofrece un conjunto de poderosas herramientas de mercadeo político en-linea para su plataforma de comunicaciones en base a correos-e y mensajes SMS, completamente segmentados, para la organización de su campaña y la movilización de sus partidarios. 

JD.: ¿Es realmente útil Twitter para los políticos?

CBF.: Las redes sociales forman parte de la nueva dinámica de las comunicaciones humanas. De alguna manera, dibujan cómo viene organizándose la sociedad. Para un político es indispensable estar allí donde está su elector, y ser parte de la lógica que hace posible la comunicación con las herramientas de vanguardia. Twitter es un medio que integra muy bien el carácter horizontal de las redes sociales con la verticalidad de la transmisión tipo ‘broadcasting’. A mi juicio es la más importante de las redes sociales para la ciberpolítica.

Se pueden incluso ya asomar algunas capacidades de predicción electoral para Twitter. Una sencilla investigación hecha por Dan Zarella respecto a las elecciones norteamericanas de 2010 (Midterm elections) halló que de una muestra aleatoria de 30 contiendas al Senado, un 71% de los ganadores tenían más seguidores que sus adversarios. Sin duda, el margen de error en esta predicción es aún muy grande, pero podría acortarse en la medida que las tasas de penetración de Twitter en la sociedad aumenten.

JD.: ¿Debe dar el político un uso diferenciado a Twitter y Facebook

CBF.: Ambos medios son importantes, y de alguna manera complementarios. Facebook es más una red social, donde interactúas con amigos, compartes fotos y archivos, y etiquetas a los tuyos. Twitter sirve más como instrumento de transmisión, como decíamos antes. Twitter es también ideal para entender la dinámica de la agenda pública y prever los temas de mayor impacto en la agenda mediática. El análisis de los ‘hashtags’ dominantes y los ‘trending topics’ de una sociedad en un momento dado, permite hacer interesantes inferencias sobre los temas que preocuparán a los ciudadanos y a los medios.

JD.: Venezuela tiene elecciones presidenciales este año, ¿tiene peso la cibercampaña?

CBF.: En Venezuela, la penetración de las redes sociales es altísima. Se estima en cerca del 45% la tasa de penetración de Internet en general, que no es exageradamente alta, aunque es mucho mayor en jóvenes (ya para el 2010 un 70% de los jóvenes entre 15 y 17 años tenían acceso a Internet, a nivel nacional) y en áreas urbanas, precisamente en las áreas donde la oposición tiene sus audiencias fundamentales. Al añadir la telefonía inteligente esta penetración crece exponencialmente, hasta llegar a niveles cercanos al 95% del electorado.

Venezuela es el país de Latinoamérica con más penetración proporcional en redes sociales. Un 95% de los usuarios de Internet en Venezuela están en Facebook, con más de 7 millones de usuarios locales. Muchos menos en Twitter, pero Venezuela es el tercer país a nivel mundial con mayor penetración de Twitter, en números relativos, (luego de Indonesia y Brasil). Son por ello las redes sociales espacios de los que ya no se puede prescindir. Ninguna campaña electoral puede hablar de futuro sin incorporar en ella a los segmentos más jóvenes de la población, y para ellos no hay mejor instrumento de comunicación política que los nuevos medios.

En esta elección, la ciberpolítica va teniendo un significado especial, pues derivado de la enfermedad del presidente Chávez hay un uso mucho más intenso de éste. Chávez está acostumbrado a ser un presidente omnipresente, pero a raíz de su enfermedad, sus apariciones públicas son muy contadas. Sus más importantes declaraciones, tanto de gobierno como de campaña, se hacen muchas veces a través de Twitter.

JD.: ¿Ve con opciones a Capriles, el gran rival del chavismo?

CBF.: Capriles Radonski tiene reales opciones de derrotar a Chávez, desde el 2006 (fecha de la última elección presidencial) hasta ahora se han celebrado cuatro procesos electorales. En todos ellos, la oposición ha venido ganando terreno al tiempo que el chavismo lo ha venido perdiendo. La última elección nacional fue la parlamentaria de 2012, en la que el chavismo obtuvo el 48% del voto popular y la sumatoria de las fuerzas de la Unidad Democrática un 52%. La oposición ha construido una alianza perfecta que, con ciertos altibajos, ha sabido mantenerse incólume.

Adicionalmente, en estos últimos dos años, dos importantes gobernadores (de los estados Lara y Monagas) que eran aliados del chavismo, han pasado a ser parte de la Unidad.

La campaña tiene grandes obstáculos, sin embargo. El gobierno tiene un control muy importante de los medios de comunicación. Ha conseguido lo que el ministro Izarra calificó de “hegemonía comunicacional”. Este hecho tiene muchas implicaciones. La principal de ellas es que la oposición está forzada a realizar una campaña presidencial “por tierra”, “casa por casa”, porque no puede contar con el efecto multiplicador de unos medios de comunicación que están abiertamente en manos del gobierno o intimidados por él.

La oposición no puede caer en la tentación de hacer campaña en los dos o tres medios con líneas editoriales contrarias al chavismo, porque sus audiencias ya están convencidas de la necesidad de reemplazar a Chávez. Para crecer, la oposición tiene que caminar el país y romper con el modelo tradicional de campaña basado en los medios de comunicación masiva. Las redes sociales deben ser usadas como herramientas de coordinación de las distintas concentraciones y movilizaciones. Además, la campaña electoral “por tierra” presenta otra ventaja competitiva: la limitación de movimiento que la enfermedad le impone a Hugo Chávez, quien es un hombre convaleciente. La oposición puede llegar a sitios donde el presidente no podrá por su debilitamiento físico. 

De cualquier forma, la gran incógnita sigue siendo la enfermedad presidencial, y el impacto emocional que sus altibajos generen en el electorado.

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Vemos a Carmen Beatriz Fernández en acción. Aquí, tenéis algunos de sus análisis políticos.




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