jueves, 28 de abril de 2011

Lee y ensaya


Os paso un resumen de
20 buenas ideas sobre oratoria extraídas de una de mis lecturas: 'Aprender a comunicarse en público: guía práctica', del catedrático de psicología José María Martínez Selva. Un libro de fácil lectura que podéis encontrar en la editorial Paidós.


- Convierte cada charla en un triunfo.

- Di algo interesante.

- Emplea un estilo conversacional.

-Nada funciona como la práctica.

- Prepara con especial esmero el arranque. Así podrás mirar a los ojos. Los primeros minutos son esenciales para llamar la atención.

- Deja claro desde el principio qué es lo que quieres decir. No dejes para el final lo más importante.

- Se breve.

- Deja claro por qué el tema o enfoque del discurso interesa al público.

- Siempre buscamos persuadir.

- Repite tu mensaje central.

- Se creativo y no aburras con pedanterías.

- Muestra tu lado humano: cuenta alguna anécdota.

- Acércate al público.

- No es obligatorio contar chistes.

- Lee en la cara del público si está aburrido.

- Controla la comunicación no verbal.

- Sonríe.

- Prepara muy bien todas tus intervenciones.

- Espera lo inesperado.

- No seas puntual, llega siempre antes para comprobarlo todo y charlar incluso con el público (así te relajarás y ganarás en confianza).

Los consejos que aprendemos de los libros están muy bien, pero no olvides que de nada sirven si no los ponemos en práctica.

domingo, 24 de abril de 2011

Conociendo a Manuel Castells (I)


Hoy, inauguro en Comunicación a la Deriva una nueva sección. La dedicaré a las lecturas de mi día a día y, en ella, compartiré con vosotros las ideas de los autores que caigan en mis manos. Empezamos con un pensador brillante. 'Comunicación y Poder' (Alianza Editorial, 2009), del eminente sociólogo Manuel Castells, nos muestra los motores que están detrás de los cambios sociales del mundo en que vivimos. Una obra que no se lee en un fin de semana (679 páginas) y que exige del lector un importante esfuerzo de concentración (que después, por supuesto, tiene su recompensa).

Las nuevas relaciones entre comunicación y poder pueden explicarnos por qué el mundo de hoy es como es. Aquí, tenéis algunas líneas de interés de la primera entrega de 'Conociendo a Manuel Castells'.

Página 24. "Éste es el tema de este libro: por qué, cómo y quién construye y ejerce las relaciones de poder mediante la gestión de los procesos de comunicación y de qué forma los actores sociales que buscan el cambio social pueden modificar estas relaciones influyendo en la mente colectiva. Mi hipótesis de trabajo es que la forma esencial de poder está en la capacidad para modelar la mente".

Página 25. "Mi objetivo, de por sí ambicioso, es proponer un nuevo enfoque para comprender el poder en la sociedad red y, como paso necesario para lograrlo, especificar la estructura y la dinámica de comunicación en nuestro contexto histórico. Para avanzar en la construcción de una teoría empíricamente fundamentada sobre el poder en la sociedad red (que para mí equivale a una teoría comunicativa del poder), me centraré en el estudio de los procesos actuales de afirmación del poder y del contrapoder político utilizando las investigaciones disponibles en la materia y analizando una serie de casos en diferentes contextos sociales y culturales".

Página 29. "(...) el auge de la autocomunicación de masas, como llamo a las nuevas formas de comunicación en red, aumenta las oportunidades de cambio social sin definir por ello el contenido y el objeto de dicho cambio social".

Páginas 30 y 31: "De repente ve este libro. Lo he escrito para usted y lo he dejado para que lo encuentre. La cubierta llama la atención. Comunicación. Poder. Le dice algo. Alguna conexión se habrá establecido en su mente, porque ahora lo está leyendo. Pero no le digo lo que tiene que hacer. Eso ya lo he aprendido en mi largo viaje. Yo libro mis batallas, no pido a otros que lo hagan, ni siquiera que me apoyen. Sin embargo, digo lo que pienso con mis palabras, digo lo que he aprendido en mi trabajo de investigador en ciencias sociales. Palabras que en este caso cuentan una historia sobre el poder. En realidad, la historia del poder en el mundo en que vivimos. Y lo hago a mi manera, la única que conozco de desafiar a los poderes existentes: desvelando su presencia en nuestras mentes".



lunes, 18 de abril de 2011

Entrevista con Francisco Roldán, presidente de la Asociación Española de Consultores Políticos (AESCOP)

"Actualmente, las campañas sirven para atacar a los rivales, insultar al contrario y llevar la crispación social a límites insospechados"


Juan Diego Sánchez. En esta nueva entrega de Comunicación a la Deriva, el consultor político Francisco Roldán nos habla de la utilidad de las campañas y de los programas electorales y reflexiona sobre los cambios de la nueva Ley Electoral. El también presidente de AESCOP (Asociación Española de Consultores Políticos) nos ofrece su punto de vista sobre la fiabilidad de las encuestas electorales y del impacto de la corrupción en el voto. Francisco Roldán es miembro de la Asociación Española de Investigación de la Comunicación, director de politiquear.com y profesor del Máster de Uniactiva.


Juan Diego: ¿Beneficiará a los candidatos socialistas que se presentan el 22 de mayo a las elecciones la renuncia de Zapatero a revalidar el cargo?

Francisco: Es evidente que la renuncia de Zapatero ha tenido un efecto positivo hacia los intereses socialistas; sólo tenemos que referirnos a encuestas posteriores para contemplar cómo la distancia con respecto al Partido Popular disminuyó en ocho o nueve puntos. Dependiendo de los municipios, las acciones en el ámbito nacional tendrán más o menos peso a la hora del voto local. Ya en el 2007, vimos cómo la lucha nacional entre las dos grandes formaciones influyó en muchos ámbitos locales; en mi opinión, cada día más se convierten las elecciones municipales en un plebiscito nacional.

JD.: Tal y como se desarrollan las campañas electorales, ¿son útiles para los ciudadanos?

Francisco: No, rotundamente no. Para mí cada campaña electoral debería servir para formar e informar. Ocurre todo lo contrario, actualmente, sirven para atacar a los rivales, insultar al contrario y llevar la crispación social a límites insospechados. Todo ello hace que los ciudadanos nos desanimemos y, en más ocasiones de las deseadas, la abstención sea la única alternativa para muchos. Parece que las grandes formaciones sólo quisieran que les votaran sus fieles duros, sin darse cuenta que la victoria siempre está en atraerse a los débiles contrarios, desanimados, incluso abstencionistas.

JD.: ¿Qué opinas de las nuevas limitaciones a los partidos y a los medios de comunicación establecidas por la Ley Electoral?

Francisco: En realidad, es un invento de las grandes formaciones que ya tenían los deberes hechos, o debieran tenerlos, porque a la hora de la verdad el gasto es el mismo o superior; en clara oposición al espíritu del ahorro que debería subyacer. Cierto es que no puede hacerse publicidad pagada en los medios pidiendo el voto pero, ¿quién nos dice que los medios no han cobrado por hacer ‘publicity’?, es decir, crear noticias sobre el candidato que haya pagado más o menos. Y luego está el asunto de las vallas que, en muchísimos lugares, no se han quitado, o las múltiples inauguraciones, presentaciones, etc. Creo que sólo ha perjudicado a las pequeñas formaciones y ha beneficiado a las grandes que, además, tienen excelentes equipos jurídicos, y dinero, para solventar cualquier posible denuncia.

JD.: ¿Tienen alguna utilidad práctica los programas electorales?

Francisco: Si están basados en las necesidades e inquietudes ciudadanas y en las soluciones, sí. Si se basan sólo en lo que el político de turno y su equipo desean, me temo que no servirán, porque una cosa son los deseos y otra muy diferente la realidad. Por pedir que no quede y por presentar macro proyectos irrealizables tampoco. No se trata de ofrecer lo imposible sino de crear lo necesario. Y ojo con cubrir todas las necesidades porque los ciudadanos somos generalmente insaciables, cuando se han cubierto nuestras necesidades, queremos más y mejor.

JD.: ¿Castigan los ciudadanos en las urnas a los candidatos imputados por corrupción?

Francisco: Depende si se es ‘incumbent’ o ‘challenger’, si se tiene el cargo y se aspira a repetir o si se es un aspirante. Quien tiene el cargo, dispone de un plus de confianza, ya que la ciudadanía entiende que las denuncias pueden deberse a otros intereses enfrentados. Presuntamente, el gobierno de Jesús Gil en el Ayuntamiento de Marbella fue corrupto y ganó varias elecciones seguidas. Mi opinión es que en época de bonanza económica no importa tanto esta cuestión, pero en época de crisis es muy posible que castigue a quien esté imputado. En esto, como en todo, hay excepciones. También depende de la imputación, del carisma del político o de la capacidad de convencer o de hacerse creíble. La credibilidad es muy valorada entre los votantes, al margen de que haya cometido o no el delito.

JD.: ¿Dudas de las encuestas?

Francisco: Nunca de las que yo realizo. La campaña debe basarse, según mi propio método, en la investigación, la comunicación y la movilización. Si falla cualquiera de ellas, es posible que falle la campaña. La investigación debe ser cualitativa, similar a un estudio etnográfico, y cuantitativa. El problema de las encuestas es que, de tanto refrito, muchas veces no se las creen ni quienes las manipulan para engañar al adversario; pero esas están trucadas. Las de verdad, las que se guardan en la caja fuerte, aciertan cien por cien ya que estamos hablando de estadística: matemáticas puras y los matemáticos saben cuál es el margen de error, sin fallos.

JD.: ¿Cómo se eligen los buenos temas de campaña?

Francisco: Ya lo comenté anteriormente, basándose en la investigación, en las necesidades y en las inquietudes. Muchas veces el tema central elige al candidato, en las campañas que no están diseñadas por un especialista. A mí me gustan y me interesan las campañas positivas, las que se basan en la investigación, en las creencias, en el componente cultural. Los temas en la práctica no son complejos, ya que siempre están relacionados con el urbanismo o espacio físico, los servicios, el ocio y la cultura, el medio ambiente, la economía y la participación ciudadana. Y también con la lejanía de los ámbitos de decisión, con las ventajas e inconvenientes respecto a otros municipios cercanos, con la falta de información, con la creencia de que los políticos van a lo suyo, etc.

Y por los problemas que todos tenemos en mente; es decir, si el paro, la crisis económica y la propia clase política son los tres problemas principales en nuestra sociedad actual, pues ya dispone de tres temas de campaña interesantes a los que dar solución en su municipio, serían muy válidos.

jueves, 14 de abril de 2011

‘El fin de una época’


Son 174 páginas de lectura fácil y rápida de las que cada lector puede recoger un fruto diferente. Los ciudadanos se acercan a los entresijos más oscuros del periodismo, los editores reciben una cura de humildad y los periodistas recordamos para qué estamos en este oficio de contar historias. En ‘El fin de una época’, Iñaki Gabilondo nos habla de las perversiones que está provocando en el periodismo la mercantilización de los medios, y reafirma su compromiso con el periodismo de calidad (el único que puede dar futuro a la profesión).

Gabilondo muestra en este libro sus simpatías ideológicas, pero recomiendo que lo leáis sin las ataduras injustas de los prejuicios. Quizá no te creas la independencia periodística de la que hace gala en esta obra, pero no te quedes en eso. El libro encierra tres grandes verdades contrastadas por los intelectuales de la comunicación: la información se ha transformado en mercancía, el poder está corrompiendo la labor de informar y la salvación del gremio y, al mismo tiempo, lo más justo para los ciudadanos, es trabajar por el “periodismo de calidad” (no es suficiente con informar, hay que analizar y contextualizar la realidad para que cada uno saque sus propias conclusiones del mundo que le rodea).

Aquí tenéis algunos fragmentos de interés de ‘El fin de una época’ (el fin de una forma de entender el periodismo y el negocio que lo sustenta):

Pág. 27. “El problema es que, en poco tiempo, el periodista ha pasado de creerse un liberado de la sociedad para vigilar al poder a creerse un liberado del poder para vigilar a la sociedad (…)”.

Pág. 35. “Los periódicos, las radios y la televisión hace mucho que no se preocupan de saber qué tienen que contar. Curiosamente, sólo se preocupan de contar cuántos lectores y cuántos espectadores tienen”.

Pág. 50. “El buen periodista debe estar en permanente fase de estudio, de aprendizaje, de lectura, de conocimiento, para poder comprender mejor los hechos que le van llegando”.

Pág. 85. “(…) siempre que me preguntan si es difícil mantener la independencia, respondo que se han confundido de destinatario. A mí no me cuesta nada”.

Pág. 136. “El problema es que la televisión ya ha decidido hace muchísimo tiempo que su camino es el del espectáculo”.

Pág. 150. “(…) tengo la sensación de que, al morir un tiempo periodístico, ha llegado el momento de que yo muera con él (…)”.

Pág. 154. “Por más que se modifique la noción de negocio, la gente requerirá siempre de una figura que cribe y explique la realidad en virtud de unos criterios de calidad contrastada”.

jueves, 7 de abril de 2011

Entrevista con Natalia Sanguino, autora del libro 'Diario de una periodista en paro'


"El periodismo es una profesión preciosa,
aunque dura e injusta"


Juan Diego Sánchez. Conocí a Natalia Sanguino gracias a la revista 'Periodistas', una publicación muy interesante que edita la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE). Una de las reseñas bibliográficas del número 23 de la revista estaba dedicada a su libro 'Diario de una periodista en paro', las seis primeras líneas de la sinopsis ya me cautivaron, y aquí os la presento. Natalia nos cuenta en su obra las peripecias que corre Carolina, una recién titulada en periodismo que vive mil batallas en la búsqueda del primer empleo. Esta joven periodista nos ofrece una acertada radiografía de una profesión cargada de singularidades y de alto valor democrático. Es un libro ameno y cercano dirigido a todos, no solo a los periodistas. Tenéis que leerlo.


Juan Diego: ¿Qué le pasa a nuestra querida Carolina?

Natalia:
La pregunta sería más bien "qué no le pasa", porque Carolina está en una etapa terrible en cuanto a su vida profesional y eso se extiende a lo personal. Está desconcertada, porque creía saber mucho durante la carrera en la Universidad -todos creemos saber mucho antes de los 20- y se da cuenta de que no sabe nada, pero es que además al resto del mundo no parece importarle. Acaba de salir a la "vida adulta" y no es tan brillante como imaginaba. Es gris y a Carolina le aterra el gris.

JD.: ¿Tiene algo bueno estar en paro siendo periodista?

Natalia:
El paro no creo que sea bueno en casi ningún caso, aunque hay de todo. Ser periodista, que es una carrera vocacional, y no poder ejercer como tal es frustrante. Por poner una nota positiva, te diré que lo bueno de estar en paro siendo periodista es que puedes tocar muchos palos formativos, porque es una carrera en la que puedes dirigirte a aprender idiomas, nuevas tecnologías relacionadas con la información... Si fuese una profesión muy específica, solamente podrías mejorar en esa área, y el periodismo es muy amplio, con límites desdibujados.

JD.: ¿Qué opinión tienes del Inem?

Natalia:
Cuando yo estuve en el paro el Inem no me sirvió de gran cosa, la verdad. No quiero pecar de ese defecto tan "español" de ejercer de política o entrenadora de fútbol, pero tengo la impresión de que el sistema de desempleo necesita una reestructuración. Se pierde mucho tiempo y muchos recursos para no ofrecer gran cosa a gente como, por ejemplo, los periodistas. Es duro haber estudiado varios años para que el sistema de empleo de tu país no te ofrezca nada a cambio, al menos nada aparte de la prestación que te corresponde.

JD.: ¿Por qué se siente agobiada la protagonista por sus padres?

Natalia:
Carolina está empezando a despegar mentalmente pero no puede hacerlo materialmente, porque depende todavía del dinero de sus padres para poder buscar un trabajo como periodista. Si le valiera cualquier trabajo podría irse por su cuenta de alguna manera, pero ella quiere seguir su vocación de una forma tozuda. Ella se siente algo distanciada de sus padres, que además no entienden dónde está el fallo: piensan que si ellos no pudieron estudiar y tuvieron que trabajar duro, su hija, que ha estudiado, debería tenerlo más fácil. Y no saben por qué no es así. Eso es algo que Carolina "sufre" por extensión. La frustración de sus padres es suya.

JD.: En general, los periodistas están mal pagados y no son lo libres que querrían, ¿por qué somos periodistas?

Natalia:
Gran pregunta con una introducción perfecta... No puedo hablar por todos los periodistas, pero por mí te diré que no sé por qué soy periodista, solamente quería serlo, sin más. Llámalo vocación o necesidad de comunicar. Es una profesión preciosa, aunque dura e injusta, porque no siempre se reconoce al mejor. Ser periodista engancha, por eso somos tantos los empecinados en conseguir ejercer como tales de forma digna.

JD.: Alguna pregunta de esas tontas que nos hacen en las entrevistas de trabajo y que sufrió Carolina.

Natalia:
Me ponen algo nerviosa las entrevistas de trabajo cuando van por derroteros personales. Preguntas tontas me han hecho muchas, como cuál era el último libro que me había leído. Me parece insulsa y sin sentido para contratar a alguien. O si tenía novio, por ejemplo.

JD.: ¿Cómo se portan los jefes?

Natalia:
Depende. Conmigo se han portado de todas las formas posibles, pero siempre diré lo mismo: los más peligrosos son los jefes mediocres, los que no tienen un talento especial para estar donde están, porque ellos son unos inseguros que machacarán a todo el que destaque. Un jefe inepto que se sabe inepto puede ser hasta bueno, porque a lo mejor sabe quitarse de en medio. Un jefe mediocre intentará demostrar que está por encima de ti.

JD.: ¿Se merecen los becarios un monumento?

Natalia:
Por supuesto. Se merecen ser reconocidos como hasta ahora no lo han sido, a nivel económico y empresarial, asumiendo que son una fuerza de trabajo más. Porque estén aprendiendo o estén menos horas no quiere decir que sean menos que un trabajador "normal". Una de las mejores cosas que pueden hacer los becarios, por ejemplo los que trabajan en la misma empresa, es unirse, no dejar que les coman el terreno. Si desaparecieran los becarios en los medios de comunicación nos daríamos cuenta de la importancia que tienen, porque entonces muchos tendrían que trabajar "de verdad".

sábado, 2 de abril de 2011

Ya era hora



Lo hizo.
Zapatero ha anunciado en el Comité Federal que no se presenta a las próximas elecciones generales, y lo ha hecho antes de las elecciones del 22 de mayo para no perjudicar a los candidatos socialistas a las alcaldías y autonomías (y por su famlia). Mucho se ha escrito y se ha comentado sobre qué debía hacer (y cuándo) el presidente del Gobierno con su candidatura. Entiendo que haya nostálgicos a los que les duela la esperada decisión del secretario general, pero es lo mejor para el PSOE. Las encuestas electorales para las locales y autonómicas ya desvelaban que los ciudadanos leían en una peligrosa clave nacional su encuentro con las urnas del mes de mayo. Apostar por ZP como candidato era un suicidio, otra cosa es la opinión que se tenga de sus dos legislaturas como presidente. Defender su labor (o, al menos, parte) y respaldar a otro candidato para La Moncloa, son acciones compatibles.

Nada más conocerse la decisión de Zapatero, el Partido Popular nos recuerda que aunque el presidente se vaya el PSOE se queda y, de nuevo, pide elecciones anticipadas. Sin duda, y eso lo saben en Génova, lo mejor para los intereses 'populares' habría sido que ZP hubiese hecho el anuncio tras el 22-M (para así mermar las expectativas de los candidatos socialistas). El PP ya no puede plantear una campaña basada en un plebiscito sobre ZP, dirá que lo propone sobre su "política de paro y ocurrencias" y sobre todo el PSOE, pero eso no es lo mismo, no tiene el mismo efecto demoledor.

La lógica aplastante de las encuestas ha hecho su trabajo, ahora, los socialistas harían bien en 'cerrar' temporalmente el debate sobre el proceso sucesorio. Crisis y 22-M deben ser sus únicos deberes. Pero los egos son muy malos y la impaciencia por tocar poder peor aún. Como se entretengan ahora en buscar sustituto, lo llevan claro. El PP sabe bien lo que tiene que hacer.