martes, 26 de marzo de 2013

Un cumpleaños, un viaje y un artículo


Comunicación a la Deriva cumple tres años.


Me marcho a la POLI Conference de Nueva York, hoy martes 26 de marzo, día en el que Comunicación a la Deriva cumple tres años. No hay mejor forma de celebrarlo que participando en la organización de un evento de los dejan huella y se recuerdan no solo por motivos profesionales. Gracias a los lectores del blog, sin ellos, no sería lo que es: un entusiasta divulgador de contenidos de comunicación política. Lo celebramos con este post, en el que os ofrezco el último artículo que publico en la revista Más Poder Local (MPL), publicación digital que edita la Fundación Ortega-Marañón. Un privilegio compartir espacio con académicos y consultores de primer orden. Aquí tenéis 'Votantes que consumen, consumidores que votan'. Número 15 de MPL, marzo de 2013: 'Marketing político: más allá de la venta de candidatos y políticas'.




La semilla del márquetin político la encontramos en Estados Unidos durante la campaña electoral que llevó a Eisenhower a la Casa Blanca en 1952. Aupado a la Presidencia por la compañía de relaciones públicas BBDO y por la maestría del experto en mercadotecnia comercial Thomas Rosser Reeves Junior, el político republicano escribió una página histórica del márquetin político. En Europa, las primeras pistas de estas técnicas de persuasión las tenemos en Gran Bretaña en 1964, una cita con las urnas que ganó el laborista Harold Wilson. A pesar del indiscutible contagio experimentado por las campañas europeas, la ‘americanización’ de nuestras elecciones no es total debido a las  diferencias que mantienen los sistemas electorales y de medios de comunicación a un lado y otro del Atlántico. Lo que sí comparten al ciento por ciento es la raíz comercial del márquetin político y la necesidad de llenar de contenido este último para que aporte algo más que mera influencia política.

Las similitudes entre ambos tipos de márquetin no equivalen, en modo alguno, a que de forma sistemática lo que se haga en campaña sea sinónimo de mutilación de la democracia. Comparten algunas características que, bien articuladas, pueden aportar puntos positivos para la política:

- Analizan al adversario-competidor: lo que ayuda a conocer al otro y a superarlo para ofrecer un programa o producto mejor.

- Estudian al votante-consumidor: averiguar cuáles son los temas que preocupan al ciudadano y las necesidades del cliente, permite atender satisfactoriamente las inquietudes de los electorales y de los compradores.

- Emplean un lenguaje metafórico: forma parte del legítimo juego de la persuasión que despliega la mercadotecnia. Simplificar la realidad mediante recursos retóricos o literarios no implica necesariamente un fraude político. Sin duda, en el caso del márquetin comercial, estamos ante una herramienta consustancial a su ejercicio.

- Crean una imagen de marca: partidos y empresas necesitan sintetizar al máximo qué son para conquistar razones y corazones. Esta huella mental facilita la orientación del votante y del consumidor en medio de una maraña de programas, mensajes y ofertas.

Entonces, ¿dónde están los desafíos del márquetin político? Fundamentalmente, debe ser leal al espíritu democratizador de las campañas electorales, en las que no han de venderse ni productos milagro para adelgazar, ni hipotecas envenenadas ni servicios telefónicos de los que resulta imposible darse de baja. El márquetin, antes de salir a la calle, ha de empaparse en un largo baño de comunicación política cívica, esa comunicación que busca persuadir al votante sin recurrir a las malas artes de la manipulación. 

El márquetin político debe entenderse como una herramienta al servicio tanto de los partidos como de los ciudadanos, y no solo de los primeros. Su interés por emplear técnicas y métodos destinados a promocionar la imagen de ideas o candidatos no es algo a lo que tenga que renunciar, esta es la razón de su existencia y es una pieza más del puzzle democrático. El problema aparece cuando la política se transforma en un show de dimes y diretes, en una fábula que tergiversa los hechos y en un mensaje hueco que no aporta soluciones a los ciudadanos.

Los candidatos no deben convertirse en los productos sino en los representantes de los mismos, es decir, los que aspiran a presidir los gobiernos tienen que llenar sus escaparates de programas, propuestas y de críticas constructivas al adversario. Y esta ‘venta’ electoral puede y debe servirse de las armas de la persuasión.

Los partidos políticos harían mal en olvidar que, cuando hablamos de márquetin comercial, los consumidores pueden desechar sus productos en cualquier momento sin tener que esperar cuatro años, y que esos artículos o servicios no toman decisiones por los compradores, algo que sí ocurre en el terreno de la política. La responsabilidad, por tanto, del márquetin político, es muy superior a la que soporta el comercial, del que no depende la calidad de la democracia.

La mercadotecnia de campaña tiene la obligación de ayudar a los partidos a ganar elecciones, pero sin dejar por el camino un reguero de despropósitos. Analizar las características de los contrincantes y de los votantes, diseñar un programa y un mensaje acordes a las conclusiones de este estudio y valerse del poder de la palabra y de la imagen, están en el corazón del márquetin, pero también debe ocupar el mismo lugar  escuchar a los ciudadanos antes y después de las elecciones (si les vendes un coche, preocúpate por ver cómo les va con él, y soluciona los posibles problemas que puedan surgir con el paso del tiempo. Esto lo hacen los concesionarios, ¿por qué no los partidos políticos?).

No nos enfrentamos con esto a la dictadura de la demagogia o al populismo, sino a la sana y, a veces, infrecuente virtud, de interesarnos de verdad por aquello que le preocupa a la gente durante los cuatro años de legislatura. El márquetin político puede tratar a los ciudadanos como consumidores, pero sin tirar a la papelera su rol primordial de votantes. Esta lección hay que aprenderla y aplicarla de verdad.

domingo, 24 de marzo de 2013

Dodecálogo del buen periodista


El gran Cela.

 La Biblia de la ética periodística que nos dejó el premio Nobel Camilo José Cela


1. "Decir lo que acontece. No lo que quisiera que aconteciese o lo que imagina que aconteció".


2. "Decir la verdad anteponiéndola a cualquier otra consideración y recordando siempre que la mentira no es noticia".


3. "Ser tan objetivo como un espejo plano. La manipulación y aún la mera visión especular entran dentro de la literatura, nunca del periodismo".


4. "Callar antes de deformar".


5. "Ser independiente y no entrar en el juego político inmediato".


6. "Aspirar al entendimiento intelectual y no al presentimiento visceral de los sucesos y situaciones".


7. "Funcionar acorde con su empresa, es decir, con la línea editorial del medio en el que trabaja. El medio de comunicación debe ser una unidad de conducta y de expresión y no una suma de parcialidades".


8. "Resistir toda suerte de presiones morales, sociales, religiosas, políticas, familiares, económicas, sindicales, incluidas de la propia empresa".


9. "Recordar en todo momento que el periodista no es el eje de nada sino el eco de todo".


10. "Huir de la voz propia y mostrar siempre con la máxima sencillez y corrección posible lo que acontece y sucede".


11. "Conservar el más firme y honesto orgullo profesional manteniendo siempre los debidos respetos sin inclinarse ante nadie".


12. "No ensayar la delación, ni dar pábulo a la murmuración, ni ejercitar jamás la adulación. Al murmurador se le acaba cayendo la lengua y al adulador se le premia con una cicatera y despectiva palmadita en la espalda". 


martes, 19 de marzo de 2013

Campaigns&Elections TV (marzo)

En la nueva entrega de Campaigns&Elections TV, César Martínez entrevista a los consultores Oswaldo Ramírez (0" a 12'), Juan Hernández (12'-15" a 21'-40") y Yago de Marta (21'-50" a 28'-30"). Ramírez nos habla de la singular comunicación política de Hugo Chávez, Hernández de la capacidad comunicativa del nuevo Papa y De Marta centra su atención en los entrenamientos necesarios para mejorar nuestra oratoria ante los medios.


lunes, 18 de marzo de 2013

Entrevista con el consultor político Oswaldo Ramírez

"El triunfo de Capriles 
pasa por que los ciudadanos pierdan el miedo"





Tras la muerte de Hugo Chávez, Venezuela escribe otro apasionante capítulo en su historia. El 14 de abril los venezolanos están convocados a unas nuevas elecciones presidenciales. Analizamos con Oswaldo Ramírez los entresijos de esta contienda. Aquí tenéis las claves de uno de los países más mediáticos de América. Ramírez es consultor político, director de ORC Consultores y Profesor de Opinión Pública y Comunicación Política.



JD.: ¿Qué ambiente político se respira en Venezuela tras la muerte de Chávez? 

Oswaldo Ramírez: En Venezuela, la muerte de Hugo Chávez ha mantenido al país de la misma manera que se encontraba antes de su muerte, un país dividido en tres grandes sectores (40% Pro-oficialistas, 33% Pro Alternativa Democrática y 27% No alineados), de los cuales dos de ellos se encuentran altamente polarizados.
Chávez.
El ambiente que se respira en el país ha sido interesante para analizar 14 años del paso de Hugo Chávez por el poder, primero por el largo luto (oficial) decretado por el gobierno para velar en capilla ardiente al Presidente fallecido por 10 días, en los cuales las expresiones de amor de ese sector se manifestaron, pero también dejaron entrever que el designado aún no ha marcado su sello de liderazgo en ese pueblo que sí acompañó (y aún acompaña) a Chávez; verbalizaciones como “Te apoyaré Maduro porque ese fue el deseo de mi comandante” o “Aquí estamos Maduro, no te olvides de los pobres, estaremos vigilantes”,  así como, muestras de dolor inmenso por la pérdida de un padre, un hermano, un amigo o un hijo.

Pero para el otro bloque, si bien guardaron el respeto y el luto, significó el fin de una era, la muerte de una persona que causó mucho daño al país y a partir de esto, la oportunidad de ver una Venezuela distinta. Hugo Chávez fue o un héroe o un demonio y, curiosamente, los estudios de opinión pública reflejaban días antes del anuncio de su muerte, que más del 50% del país creía que Chávez regresaría a gobernar. Primero por el anhelo propio del líder al que seguían, pero por otro lado, por el desgobierno que interpretaban estaba sucediendo en el país de mano de Nicolás Maduro, Vicepresidente al mando (aunque no encargado formalmente), quien, entre otras cosas, devaluó la moneda venezolana en 46%. 

En el fondo, el país se encuentra entre dos emociones rivales, dolor y alegría; pero ese dolor, como etapa incipiente del desconsuelo de la muerte, su siguiente sentimiento es rabia por la pérdida del ser querido. Y la rabia y el dolor movilizan, por eso el oficialismo sabe que no podía dejar pasar la elección, porque las siguientes etapas del duelo son la negociación y la resignación-aceptación; y allí la figura de Hugo Chávez no moviliza como al principio.

JD.: ¿Cree que Maduro está respetando las reglas del juego democrático?

Maduro.
OR.: Apenas la campaña está comenzando, pero lo primero, ha habido indignación en cuanto al tratamiento que le han dado al Presidente Chávez, para muchos, lo único que piden es déjenlo descansar en paz; y comienzo diciendo esto porque será evidente que la campaña de Nicolás estará en el uso de la imagen de Hugo Chávez, llevando esto a un nivel de culto, en donde el prenombrado es Dios, Semi Dios o alguna entidad divina y Nicolás es su profeta. Para que entiendan esto, citaré textualmente al ahora Presidente encargado en palabras el día de su inscripción como candidato ante el órgano electoral: “Yo logré descifrar el alma de Hugo Chávez, el hombre, logré conocerla desde adentro. Yo puedo decirles como pensaba, que quería, como sufría por su pueblo, cuáles eran sus proyectos y alegrías”. ¿Qué significa esto? La clara señal de que él no se medirá, sino que esta elección se tratará de Chávez nuevamente.

Y como se tratará de Chávez (para el oficialismo), veremos de nuevo que no habrá frontera entre Estado, Gobierno y Partido de Gobierno (PSUV), es decir, será una condición de uso total de los recursos del Estado para promover la figura de Maduro apalancada en dos cosas, la primera, que él es el hijo predilecto de Chávez (dixit) y la segunda, que hay que votar por él porque fue el último deseo del presidente fallecido.

Sobre este particular, Henrique Capriles decía (muchos dudaban que se presentara a la batalla electoral ante el abuso constante del oficialismo y lo difícil de la situación): “Imaginemos un partido de fútbol. Somos la vinotinto (selección de futbol de Venezuela) y vamos a enfrentar a otra selección. Pero en la tribuna no dejan que estén nuestros hinchas. El árbitro está a favor del otro equipo. Cuando sales a la cancha, ya estás perdiendo. Y te dicen que te quedan dos minutos. ¿Qué haces? Yo decidí jugar. Ir a la lucha. Hagamos goles y aprovechemos la única ventaja que tenemos: a pesar de que algunos medios se autocensuraron y hay periodistas temerosos de hacer su trabajo, el mundo nos está viendo. Hay un huequito por donde observa y no pierde detalle. Entonces ellos pueden querer darle un palo a la lámpara, hacer cualquier cosa, pero el costo será muy alto. Y no solo en lo interno porque las cosas tienen un límite. Nicolás (Maduro) cree puede mentir impunemente, pero las mentiras se derrotan con la verdad. Ahora, lo electoral constituye sólo una parte de la lucha”.

JD.: ¿Tiene Capriles alguna posibilidad de lograr la victoria en esta nueva contienda electoral? 

OR.: Sí, será una campaña difícil, pero no imposible. En campañas lo único que está escrito en piedra es que ¡No hay nada escrito en piedra!, y con esta frase quiero decir que sí hay posibilidades, pero que ese triunfo no depende de Capriles ni de los partidos políticos únicamente, ese triunfo depende de que cada persona que votó en el pasado por la opción de la Alternativa Democrática se apodere de la campaña, la haga suya, y se convierta en un multiplicador de los mensajes claves, pero que a la vez, pierda el miedo de hablarle a la gente (miedo que es una consecuencia de 14 años de polarización política), de decir que en los últimos 14 años eres más pobre, que se han enlutado más de 170 mil familias por la inseguridad que el gobierno promovió y no controló, que Maduro no es Chávez, y que él no lo va a revivir así voten por este, y que además, el gobierno jugó, mintió y manipuló con el cáncer del presidente. 

Hay una ventana de oportunidad, y está claro que el triunfo pasa por entender que hay que perder el miedo y convertirse en un vocero más, con las pocas o muchas herramientas que cada quién tenga, desde las redes sociales, pero las más importantes, en el cara a cara, en cada interacción desde la vida cotidiana.

JD.: ¿Qué discurso es el más apropiado para el líder antichavista?


Capriles.
OR.: Yo no hablaría de líder antichavista, porque va más allá, es un discurso de alternativa, de sueño de una mejor Venezuela, una Venezuela de todos, sin exclusiones, sin privilegios para los acólitos del gobierno, y este discurso pasa por potenciar las cosas buenas que Chávez hizo (pero que fueron insuficientes o excluyentes), que eso se mejorará, que Venezuela debe ser gobernada por los venezolanos, y no tutelada desde Cuba u otra nación extranjera. Ese discurso pasa por tocar la fibra de la gente en su cotidianidad, en sus problemas inmediatos (seguridad, alimentación, vivienda, protección social).

JD.: ¿Por qué ganaba Chávez las elecciones con tanta contundencia?
 


OR.: Primero te diría que Chávez no ganaba con tanta contundencia,  jamás ganaron una elección con más del 50% del padrón electoral registrado, por otra parte, no todos los procesos los ganó, en el año 2007 (Referendo Aprobatorio de la Reforma Constitucional) y el 2010 (Elecciones Parlamentarias), la Alternativa Democrática obtuvo más votos que el oficialismo.

Chávez ganaba las elecciones por varios factores, el primero lo nombré antes, el uso indiscriminado de los recursos del Estado puestos a la disposición del comando de campaña, es decir, no había distinción entre Estado, Gobierno y Partido. El segundo factor fue que la comunicación política desde el año 2004 (momento del Referendo Revocatorio) se apalancó en 3 ejes: a. Chávez es el Pueblo; b. Por la defensa de las Misiones (programas sociales que el gobierno creó ese año y potenció en los años subsiguientes) y c. Todo el poder es para el pueblo y “los oligarcas” te lo quieren quitar.

El tercer factor importante, es que, a través del control que generaron de las misiones, muchos empleados públicos (a través de la intimidación y el miedo) y los inscritos en el partido (que según la prensa eran 7 millones, pero que nunca se demostró si eso fue o es así), el oficialismo se hizo con un capital electoral con un piso de 5 millones de votos en los últimos cuatro años. Eso sí, en muchos momentos, como se demostró en la pasada elección del 7 de octubre de 2012, parte de ese capital político-electoral terminaba moviéndose por dádivas (en especies o metálico), la promesa de que seguirían recibiendo la ayuda social (que podía ir desde una vivienda preferencial hasta una operación médica o una beca), el voto en agradecimiento por la ayuda dada en el pasado, y el miedo a perder el empleo directo o de un familiar (el Estado venezolano es el más grande empleador formal en Venezuela).

No voy a negar, que para una parte importante, Chávez sí fue un redentor, un Robin Hood moderno, para algunos, el que verdaderamente redistribuyó la renta petrolera, para otros, una conexión emocional, más allá de todo raciocinio, y sencillamente lo apoyaban por lo que era, un hombre con un inmenso carisma, que supo manejar adecuadamente el alto grado de locus de control externo presente en la cultura política del venezolano, para en 14 años decir que nunca lo dejaron gobernar y que los problemas (muchos de ellos causados en su gobierno) no eran su responsabilidad y apenas podían comenzar a resolverlos.

La historia dirá si esa forma de creer en liderazgos mesiánicos, llegó para quedarse, no sólo en Venezuela, sino también en otras partes de América Latina, o si fue sólo una era que está por terminar, con el despertar de la ciudadanía ante los retos que impone la política y la sociedad actual.

---

Entrevista con Oswaldo Ramírez.






sábado, 16 de marzo de 2013

El poder de las relaciones sociales

Estos tres vídeos de Eduard Punset son sumamente interesantes para entender por qué somos como somos. Reportaje sobre las relaciones sociales, sus causas y consecuencias. Todo esto, sin duda, está relacionado con el mundo de la comunicación.



miércoles, 13 de marzo de 2013

Entrevista con Carlos Ramírez, ganador del Victory Awards 2013 al mejor blog político (Voto Popular)


Carlos Ramírez.
"El Victory Awards es un galardón de potente reconocimiento internacional"





Como ya os he contado, la Poli Conference, que se celebra este año en New York, está a la vuelta de la esquina, solo nos separan de ella dos semanas. De la mano de esta macrocita de comunicación política, llegan los premios Victory Awards, unas codiciadas distinciones internacionales que ya han puesto nombre al primer galardonado. Se trata del periodista, escritor y analista político mexicano Carlos Ramírez, quien ha conseguido el Victory al mejor blog en la categoría de voto popular. Conocemos algunas de sus opiniones sobre la Poli y el mundo de la comunicación.


Juan Diego: ¿Qué significa para usted el Victory Awards que ha logrado?

Carlos Ramírez: Representa un reconocimiento al esfuerzo de cuarenta años de trabajo en el periodismo político, desde que comencé como reportero a mi posición como columnista y analista político. Pero, al mismo tiempo, significa un compromiso porque se trata apenas de un alto en el camino y hay que seguir adelante ahora en los terrenos de la consultoría política. Asimismo, es un galardón de potente reconocimiento internacional, lo que representa mi salto cualitativo a terrenos justamente internacionales. 

JD.: ¿Qué valor da a eventos como la Poli Conference?

CR.: Desde luego que un alto valor porque se trata de un evento internacional, me llevó no sólo a la competencia con otros consultores y analistas sin duda que muchos con mayores reconocimientos y obliga a aumentar el grado de profesionalización. La verdad es que apenas descubrí las labores de Poli Conference hace como tres años e inicié mi asistencia a algunas reuniones. Ahí me percaté que se trata de una organización seria y de alta calificación profesional y aumenté mi vinculación con sus labores. Desde entonces trato de asistir a algunas de sus conferencias y de establecer relaciones con colegas de todo el mundo. 

JD.: En líneas generales, ¿cómo calificaría la comunicación política que practican los partidos mayoritarios de México?

CR.: Lamentablemente, los partidos están comenzando a conocer las posibilidades de la comunicación política. Y existen razones históricas. A lo largo del siglo XX, México fue un sistema político de partido fuerte-dominante, con el control de los organismos electorales; por tanto, la preocupación del PRI no fue la de asistir a competencias con el conocimiento de los nuevos instrumentos de la vinculación política-sociedad. La declinación paulatina del PRI a partir de 1997, la alternancia partidista en la presidencia de la república en el 2000 y la conformación de un sistema tripartido de partidos ha obligado a las tres principales formaciones políticas a mirar las nuevas técnicas de la comunicación política. En los últimos diez años ha habido en México un auge de los despachos de consultoría para la comunicación política, apenas hace cinco comenzaron a utilizarse las técnicas del marketing y ahora han proliferado los cursos, maestrías y diplomados en comunicación política. 

JD.: ¿Qué papel otorga al periodismo en la sociedad mexicana?

CR.: El periodismo ha ido rompiendo cadenas al parejo de la declinación del autoritarismo en el sistema político. En México no es un secreto que hasta mediados de los años sesenta del siglo pasado el periodismo formaba parte de los mecanismos de control político de la sociedad y era parte del aparato de control ideológico. El periodismo político ha ido profesionalizándose, ampliando sus espacios críticos y respondiendo a las exigencias de información de la sociedad, ahora sí en un sistema político plural, con alternancia partidista en sus órganos de gobierno. Lo malo es que el periodismo en televisión resiste la apertura crítica, el periodismo en radio privilegia la opinión y el periodismo escrito sufre por la caída de los lectores. Pero la transición mexicana --con sus limitaciones y contradicciones-- tiene en el periodismo un espacio de socialización de la democracia. 

JD.: ¿Cuáles son las principales virtudes que debe tener todo buen blog político? 

CR.: Yo diría que son tres: Frescura y dinamismo, diálogo con sus seguidores y lucha contra las noticias en tiempo real.

sábado, 9 de marzo de 2013

La nueva ciudadanía nacida de las redes sociales

No diréis que os tengo mal surtidos de lecturas provechosas. La revista Comunicar ha lanzado su última entrega: 'Jóvenes interactivos: nueva ciudadanía entre redes sociales y escenarios escolares'. Estamos ante una publicación científica de ámbito iberoamericano centrada en contenidos de comunicación y educación. 



Razón y Palabra Nº 82

Os dejo con el último número de la revista digital especializada en comunicación Razón y Palabra. En la publicación correspondiente a los meses de marzo, abril y mayo de este año, nos brinda artículos de gran interés sobre el impacto y los desafíos de Internet en el panorama de la comunicación, de la información y de las relaciones interpersonales y de los ciudadanos con el poder. Aquí tenéis 'Tecnologías digitales, pantallas y lenguaje audiovisual'.


 

miércoles, 6 de marzo de 2013

Método Cívico, otra forma de entender la comunicación





La Comunicación Cívica (CC) es el eje sobre el que gira mi método de trabajo (y mi tesis doctoral), que está destinado a todos los que quieren persuadir con la comunicación desde el respeto y la asertividad. Aunque la CC va dirigida a todo tipo de público, es cierto que nace de una inquietud muy concreta: la gran desafección que los ciudadanos sienten hacia el noble e indispensable ejercicio de la política. Es fundamental que desde los partidos e instituciones se doten de todas las herramientas a su alcance para dar un vuelco a esta situación, que nada bueno aporta a la democracia. Sin duda alguna, entre esas herramientas, se encuentra la comunicación, la cual tiene muchas asignaturas pendientes en el campo de la política, aunque no solo en él: en la familia, en la empresa y en los centros de enseñanza la comunicación también puede mejorar. 

Con el objetivo de avanzar en estos ámbitos, nace Comunicación Cívica, una forma más transparente, sincera y eficaz de interactuar con nuestros interlocutores, ya sean políticos, empresarios, familiares o amigos. Me refiero a un estilo comunicativo más cercano y adaptado a las exigencias legítimas de quienes nos escuchan o leen. Para transmitir sus valores y principios, he diseñado el Método Cívico (MC), una fórmula de trabajo que dota a los comunicadores de las armas necesarias para comunicar desde la credibilidad y, por tanto, desde la persuasión. 

De la semilla del civismo (comportamiento respetuoso entre los ciudadanos) nace el tronco de la Comunicación Cívica y, de este, salen las ramas de la Comunicación Política Cívica (CPC), la Comunicación Organizacional Cívica y la Comunicación Personal Cívica. Este árbol nos da vida y embellece el paisaje, en nuestras manos está darle el agua y los cuidados para mantenerlo sano y fuerte. De ello, depende nuestra democracia y el buen entendimiento entre todos (en las familias, en las empresas, en las instituciones, etc.).
 

Las enseñanzas clave del método: 6 Leyes de Oro. 

El método que he diseñado se basa en la idea del civismo aplicado a la comunicación, ya sea política, organizacional o personal. Desde un punto de vista objetivo no hay nada que supere al compromiso que adquirimos con nuestros interlocutores cuando nos dirigimos a ellos, por tanto, todo lo que nazca de ese compromiso siempre es positivo para los implicados en el proceso comunicacional. Estos son los seis elementos estrella sobre los que gira el método.  

C. COMPROMISO. Con el ciudadano que nos escucha, que nos ve, que nos lee. Comunicación leal, transparente y abierta al feedback. 

I. IDEA. Nuestra comunicación debe traducirse siempre en una idea clave, en un mensaje. Tenemos que dejar claro qué queremos decir. 

V. VALOR. Esa idea clave o mensaje debe ser valioso para el emisor pero también para su interlocutor. Ese valor despertará el interés de los demás por atenderle. Si no le prestan atención, el éxito es imposible. 

I. INFLUENCIA. Está presente en nuestras vidas constantemente y no debemos renunciar a ella por considerarla ilegítima o deshonesta, porque, sencillamente, no lo es. Lo ilegítimo y deshonesto es mentir. No toda comunicación busca influir pero para influir siempre se necesita comunicar. 

C. CREDIBILIDAD. La credibilidad es el camino más eficaz para llegar a la influencia. 

O. ORDEN. Detrás del mensaje que nos hace creíbles hay un  orden premeditado que no es fruto del azar. Nuestro discurso no puede estar regido por el caos, debe levantarse sobre una estructura. 


La expresión Comunicación Política Cívica nació en este blog el 28 de marzo de 2010, aquí os paso entrevistas con catedráticos, intelectuales y consultores que valoran la CPC.   

- Alfredo Dávalos López, consultor político y profesor.

- Pedro Miguel Casado, director ejecutivo de ICP España.

- Daniel Ivoskus, consultor político y responsable de la organización de la Cumbre Mundial de Comunicación Política.

- Víctor Sampedro, catedrático de Opinión Pública y Comunicación Política URJC.
 
- Daniel Eskibel, psicólogo y consultor político.

- Ismael Crespo, director de Más Poder Local y catedrático de Ciencia Política. 
 
- Óscar Espiritusanto, fundador de PeriodismoCiudadano.com.

- Javier del Rey Morató, profesor de Ciencia Política y Teoría General de la Información en la Universidad Complutense de Madrid. 

- Antoni Gutiérrez-Rubí, asesor de comunicación.


lunes, 4 de marzo de 2013

Regeneración democrática y ciudadanía




Encuesta tras encuesta, manifestación tras manifestación, queda patente el cisma que sufre el binomio políticos-ciudadanos. El estallido de la crisis y la falta de soluciones convincentes, los casos de corrupción y el descubrimiento de las redes sociales, han removido los resortes de una relación que está viviendo momentos convulsos. La ciudadanía no está satisfecha con sus gobernantes y ha encontrado en Internet la vía para canalizar su descontento y levantar su voz sin tener que pedir permiso a los medios de comunicación tradicionales. La prensa ha perdido el privilegio de ser el eslabón que une a políticos y ciudadanos, y, estos últimos, ya son capaces de movilizarse por medio de la Red y de condicionar el discurso de los gobiernos y partidos. Desde Twitter, Facebook y la blogoesfera se exige a la clase política más transparencia y una democracia más auténtica.

En este contexto, Política y Redes ha tenido el acierto de preparar para el 14 de marzo una jornada de reflexión sobre el asunto, que se desarrollará en el Ateneo de Madrid. Estamos ante un foro en el que se darán cita profesionales relacionados con el mundo de la política y colectivos cívicos, empresas y ciudadanos. 'Regeneración Democrática y Ciudadanía' pretende continuar con el debate ya abierto y no cerrado sobre qué puede aportar Internet en esta transformación que se demanda desde la sociedad. Entre los ponentes, hay profesionales como Benigno Pendás, director del Centro de Estudios Políticos y Constitucionales; Joan Navarro, vicepresidente de Asuntos Públicos de Llorente&Cuenca, o Miguel Ángel Calderón, director de comunicación de Amnistía Internacional.

Sin duda, nos enfrentamos a un debate en el que juega un papel crucial la Comunicación Política Cívica, esa comunicación que persuade pero no manipula, que defiende la transparencia, el talante democrático en la acción de gobierno y el respeto que siempre merecen los ciudadanos.