domingo, 9 de septiembre de 2012

Colaboración de Paola Molina, directora general de Comvalor (Venezuela)



Capriles vs Chávez.

Juan Diego Sánchez. Los consultores políticos Oswaldo Ramírez, Carmen Beatriz Fernández y Jesús Seguías ya nos han hablado en Comunicación a la Deriva de las elecciones venezolanas. Hoy, Paola Molina, directora general del congreso de comunicación política Comvalor, nos escribe sobre esta cita electoral y muestra su apoyo por el gran rival del presidente Chávez, Henrique Capriles


Venezuela: un país con más futuro que pasado


Paola Molina.
Cuando restan tan sólo 30 días para las elecciones presidenciales en Venezuela, los electores están muy conscientes que sus vidas estarán marcadas por dos caminos y sólo ellos con su voto pueden decidir, optar por el camino del continuismo y el pasado liderado por Hugo Chávez Frías con 14 años en el poder y aspirante a ser reelegido por 6 años más, o el camino del futuro y el progreso liderado por Henrique Capriles Radonski.

Venezuela en estos momentos tiene la inflación más alta de América Latina,  uno de los países más violentos  del mundo (en los últimos 14 años han sido asesinados más de 200 mil venezolanos y 95% de esos delitos quedaron impunes), vías de comunicación en un estado deplorable, racionamiento eléctrico, crisis en el sistema de salud, déficit de más de 5000 escuelas y 2 millones de viviendas, escasez de los productos de la cesta básica, expropiaciones; esta es una situación injustificable en un país que en los últimos 14 años ha tenido un precio promedio del barril de petróleo superior a los 100 dólares y los mayores ingresos por este concepto en toda su historia, pero que el líder de esta “Revolución Bonita” no ha dado soluciones a estos problemas.

La estrategia del candidato del gobierno Hugo Chávez está centrada en una permanente campaña de miedo e intimidación a los electores, poniendo en tela de juicio la garantía del secreto del voto, para así amedrentar a los funcionarios públicos, para que quienes no lo apoyen con su voto sientan temor que perderán sus puestos de trabajo.

Violando todas las leyes, usa el aparato del Estado y sus recursos en la campaña, más del 70% del espectro radioeléctrico en este país es propiedad del  Estado y es utilizado de manera desproporcionada para su candidatura, paga encuestadoras para que lo sitúen con más de 20 puntos de ventaja sobre el candidato Capriles,  la realidad es que todos los venezolanos financiamos la campaña electoral del candidato del pasado a través del pago de impuestos y con la renta petrolera.

Los poderes públicos no se pronuncian ante esta situación, no es fortuito que actualmente estemos ubicados como uno de los países más corruptos del mundo, donde el Presidente en vez de presentar anualmente una Memoria y Cuenta presenta una Memoria y Cuentos y la Contraloría General de la República omite esta situación.

Afortunadamente, este escenario de atraso para Venezuela a partir del 07 de octubre viene a ser parte del Pasado porque nos adentramos a la Venezuela del Futuro. La encuesta verdadera de esta elección es la que presenciamos a diario los ciudadanos en las calles, el apoyo incontable que recibe el candidato del futuro en cada visita pueblo por pueblo que ya supera más de 200 en 60 días de campaña, porque la realidad en este país es que los venezolanos vencieron el miedo y se cansaron de 14 años de promesas incumplidas y ahora apuestan por el progreso y el futuro.

El contrate de las campañas de ambos candidatos es definitorio para ganar la elección, mientras el candidato del pasado insulta, descalifica, un discurso agotado que no trae nada nuevo que ofrecer, por su parte Henrique Capriles lleva un mensaje de paz, esperanza, inclusión, con propuestas claras para solucionar los problemas, porque queda claro que los venezolanos quieren un país sin violencia, de encuentro, reconciliación, están cansados de la confrontación y votarán por un Presidente que haga más y hable menos.

La actitud de desesperación del candidato del pasado es notoria, atrás quedó la idea que es un líder invencible, hay un convencimiento generalizado que por la vía del voto será derrotado en las urnas. Y es que la campaña del “Amor”, la misma usada en 2006, en la presente elección no ha tenido la aceptación esperada y es que cómo engañar más al electorado con tantos corazones rotos por promesas incumplidas. Y con toda razón dice el candidato del futuro que “una cosa es creerse el corazón de la Patria; y otra muy distinta, llevar la Patria en el corazón”.  

Hay un camino para la Venezuela del Cambio y el futuro y cada venezolano con la fuerza de su voto será protagonista de la recuperación de los valores democráticos y el progreso del país.

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