miércoles, 1 de agosto de 2012

Colaboración de Luis M. Suárez Santibáñez, politólogo y estratega electoral (México)

Las tareas de Peña Nieto

Peña Nieto, pte. electo de México.

El pasado 1 de julio, la mayoría de los mexicanos optaron por el regreso del PRI a Los Pinos. Después de una ausencia de 12 años, el PRI y su candidato Enrique Peña Nieto logran ocupar nuevamente la primera magistratura del país, teniendo muchos retos y exigencias ciudadanas.

En esta ocasión, hablaremos de las pretensiones de los empresarios para la reactivación de la economía. Urgente resulta una reforma laboral que garantice condiciones dignas para la competitividad, en donde trabajadores mantengan derechos, pero que esta situación no sea utilizada como bandera política para muchas veces, frenar la producción del país. El Partido Acción Nacional ha insistido en la necesidad de modernizar la impartición de la justicia laboral, así como establecer la forma de contratación por “prueba”, para temporada y contratos de capacitación inicial. En su afán por sacar la necesaria reforma laboral, Enrique Peña Nieto tendrá que echar mano de algunas propuestas de Acción Nacional para lograr los consensos en el Congreso y, así, garantizar un crecimiento sostenido en el salario, con prestaciones más justas y mejores oportunidades.

Por otro lado, apremia la necesidad de fortalecer una Reforma Fiscal que garantice la simplificación en el pago de impuestos, aumentar la base contribuyente en materia del comercio informal, terminar los privilegios fiscales, recalcular la fórmula de asignación presupuestal a estados y municipios, con la finalidad de dar incentivos que premien el desempeño y los esfuerzos de recaudación.

El PRI ha propuesto disminuir a 25% la tasa del Impuesto Sobre la Renta (ISR) para personas morales y desaparecer el Impuesto Empresarial a Tasa Única (IETU) para fortalecer algunas facultades al ISR, sin que esto signifique la complicación a la hora de calcular y pagar impuestos. Tanto PRI como PAN coinciden en que habiendo reforma fiscal, podrían verse incrementados de 2 a 3 puntos del Producto Interno Bruto, lo que significaría un ingreso para el país de alrededor de 300 mil millones de pesos adicionales.

En materia energética, el virtual Presidente electo Enrique Peña Nieto ha sido claro en la necesidad de permitir a particulares en la inversión de recursos a PEMEX en las áreas de exploración, explotación y refinación de crudo, y que los recursos del Estado se vuelquen a áreas de mayor ventaja competitiva, como la extracción de crudo y gas natural.

Peña Nieto asegura que su modelo busca imitar la acertada intervención privada en Petrobras (Brasil), en donde es considerada líder mundial en la exploración y producción de crudo en aguas profundas.

La petrolera brasileña ha perpetrado descubrimientos importantes de reservas que han colocado nuevamente a ese país sudamericano como ejemplo mundial en pleno siglo XXI.  Para los expertos en estos temas, Petrobras es catalogada como una empresa fuerte y de amplio crecimiento; en cambio Pemex es ampliamente criticada por su limitada competitividad, el alto costo de operación, el manejo clientelar de su sindicato, la inesperada caída en la producción del yacimiento de Cantarell, la mediocre señal que generó Chicontepec y la lentitud en la reconfiguración de algunas de sus refinerías.

En resumen, el nuevo gobierno se enfrenta a nuevos y grandes retos. El reciente proceso electoral dejó como experiencia la gran participación ciudadana, cada vez más crítica e informada, cada vez más pendiente y exigente. Peña Nieto tendrá el reto de demostrar con hechos, que el “Nuevo PRI” no forma parte sólo del discurso, sino de la reconfiguración y erradicación de viejas prácticas que tanto daño hizo al país.

El PAN, por su parte, se despide de 12 años de gobierno de permanente contraste, de éxitos en materia económica, donde las reservas internacionales se triplicaron en comparación con los pasados gobiernos. Logros en materia de vivienda, donde en 12 años lograron colocar casi 6 millones de nuevos créditos, en comparación con los 3.5 que colocó el régimen priísta entre 1983 y 2000. También se despide con una dorada burocracia, y con 60 mil muertos, pero eso, ya es harina de otro costal.

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Politólogo, estratega electoral y director general de la consultoría CESM CS. Contacto: @LuisMSantibanez

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