sábado, 11 de febrero de 2012

Entrevista con José Manuel de Pablos, catedrático de Periodismo

De Pablos

"Es una pena que a cualquier cosa se le llame periodismo sin serlo"


Podrás estar de acuerdo con él o no, sus opiniones te gustarán más o menos, el tono que emplea en sus afirmaciones lo encajarás mejor o peor, pero en lo que difícilmente discreparemos, será en la claridad de sus planteamientos. José Manuel de Pablos, catedrático de Periodismo y director-fundador de la emblemática Revista Latina de Comunicación Social, arremete duramente contra los medios de comunicación que no hacen Periodismo con mayúsculas. 

De Pablos se rebela contra la ausencia de transparencia informativa y denuncia la opacidad que inyectan partidos y empresas en los contenidos de los medios. Si queréis saber más sobre su pensamiento, os invito a que leáis su último libro: 'Periodismo es preguntar'.
 

Juan Diego: Póngale nota al periodismo que se hace en la prensa escrita de tirada nacional.

De Pablos: Como no existe como realidad única el concepto ‘prensa de tirada nacional’ es difícil que la respuesta sea única. No entran en el mismo saco ‘Público’ que ‘La Razón’, aunque sí ‘El País’ y ‘ABC’, los dos igual de monárquicos.

Lo que es lamentable es la existencia de una ‘prensa única’, en Europa y fuera de Europa, entregada a los mismos intereses y servil a los mismos amos: las multinacionales, cualquiera que sea su bandera de origen, al Pentágono, a la banca…

La puntuación de la ‘prensa única’ es muy alta según se le mire desde la banca o desde la sociedad civil, de igual manera que el periódico ‘Diagonal’ o ‘El nuevo país’ tiene alta valoración para los ciudadanos de libre pensamiento y no tanto para la derechona mentirosa en el poder o para un partido supuestamente de izquierda como el PsoE, que no es otra cosa que ‘derecha alternativa’. Lo de siempre, todo es según el color tras el que se mire.

JD.: Dos defectos que le irriten del periodismo de nuestros días.
 

De Pablos: A mí no me irrita nada del Periodismo, que es siempre muy hermoso y agradecido. Lo que me irrita es lo que se imprime con el nombre falso de Periodismo y no es periodismo, sino basura impresa, por muy alta que sea la cabecera que acoge ese basural (lo acaba de hacer El País en un ataque sucio contra una candidata del partido de los no-socialistas, en su campaña por hacer llegar a La Moncloa a un Felipe-bis a quien ordeñar como hicieron con el político pillo sevillano).

Es una pena que a cualquier cosa se le llame periodismo sin serlo. Debemos defender  que cada cosa tenga su nombre preciso y no adultere la comunicación social llamando periodismo a lo que es una basura que se ha salido de los estrechos (y más que suficientes) márgenes del Periodismo, que es una actividad de servicio a la sociedad que se escribe en mayúsculas.

JD.: ¿Cree en lo que ha venido en llamarse periodismo ciudadano desde el estallido de las redes y los blogs?
 

De Pablos: Claro. Es limpio y no tiene intereses espurios como tanta prensa convencional. La prensa corporativa ha empezado a ver que les siegan la yerba bajo sus patas de plata.
 
JD.: ¿Qué pueden hacer los medios para que los ciudadanos se sientan más reflejados en ellos, para que sean medios de comunicación y no solo de difusión?

De Pablos: Abrirse a la ciudadanía, como hacen con los partidos minoritarios que nos gobiernan, como hacen con las empresas que les compran sus espacios publicitarios y a quienes tan bien sirven. Han olvidado que la mayoría de sus lectores son ciudadanos corrientes y no tanto los poderosos que pagan sus facturas.

Siempre hay que tener algo muy en cuenta: el periodista universitario sabe hacer el mejor Periodismo, el Periodismo de la mayor calidad, pero está atada su profesionalidad por empresarios torpes que no ven más allá del partido al que apoyan o de la empresa que publicitan.

JD.: ¿Llevará Internet a los periódicos de papel a la tumba?
 

De Pablos: Hace ya algunos años que el papel empezó a perder papel en el mundo de la Comunicación gráfica e impresa. No se trata tan solo de un cambio de soporte, sino de inmediatez en llegar a la calle. El diario clásico es un producto lleno casi siempre de noticias que ya huelen a podrido cuando llegan a la rotativa, que son viejas, superadas por los digitales.

Estamos en un tiempo de cambio, pasando del ‘periódico’ al ‘digital’, del impreso periódico al servicio digital. Y ése es un fenómeno imparable. Lo mismo que sucedió con las carretas cuando llegó el tren. Dentro de pocos años permanecerá un periódico en papel, un “periódico de culto”, mucho más caro que hoy y con lectores incapaces de hacerse al mundo digital. O sea, un culto en declive.

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